Ni siquiera la derrota del martes del Betis ni la oportunidad de presionar al Barcelona o al Sevilla, de dar un paso casi definitivo para su repetido objetivo de la Liga de Campeones, alentaron al Atlético de Madrid, que firmó un empate a nada, decepcionante, contra el Granada (0-0), que salió vivo del Wanda Metropolitano y de la pugna contra el descenso en el estreno con un punto de Aitor Karanka en su banquillo.
El equipo de Diego Simeone cierra el miércoles en el segundo puesto provisional, pero sin una sola sensación positiva de su encuentro. Sin una sola excusa tampoco del porqué jugó tan mal, quizá mérito también del Granada, cuando debía dar un golpe encima de la mesa a la que está sentado junto al Sevilla y el Barcelona por las plazas de Liga de Campeones.
El empate, que pudo cambiarlo Savic con un cabezazo en los instantes finales o Matheus Cunha con un remate al poste, es prácticamente insustancial para el Atlético, que ha perdido 19 puntos ya en este curso con los cinco de abajo de la clasificación. Nada que ver con lo que supone para el Granada, que suma en un escenario complejo, que siente que la permanencia es más posible después del 0-0 en el estadio Wanda Metropolitano.
Cada primera parte de los últimos tiempos en el Wanda Metropolitano parece la misma que la anterior. Es una secuencia repetitiva que expone al Atlético a la duda que lo ha perseguido toda la temporada. Salvo contadas excepciones, la improductividad ofensiva, los minutos de tanteo, la transición cansina, la complejidad para abordar a la defensa contraria han sido su sino en tantos y tantos primeros periodos a lo largo de su sinuoso actual curso.
No se impone a nadie en el comienzo de los duelos. Ni al Espanyol ni al Alavés ni al Cádiz ni a ninguno de sus últimos visitantes a su moderno campo, que este miércoles reunión a 43.517 espectadores. Tampoco alteró de inicio al Granada, ganador de nada más uno de sus últimos catorce choques, más estructurado que atrevido en la puesta en escena de su nuevo entrenador, Aitor Karanka, pero sin apenas un susto en torno al área de Maximiniano, quizá un par de jugadas de Carrasco -el que más voluntad le puso al encuentro- cuyo centro al área terminó en nada, sin un solo rematador, o un cabezazo alto de Hermoso, reencontrado con la titularidad ocho partidos después, desde su naufragio ante el Barça y Adama Traoré.
El resto fue un ejercicio de intranscendencia. Del Atlético. Pero también, ofensivamente, del Granada, aunque desde su punto de vista un punto es un tesoro tal y como está la situación en la parte baja de la tabla, con los apuros y las preocupaciones que sufre, y tenía mucha menos responsabilidad en el manejo del encuentro, en el que promovió dos tiros de Escudero desde lejos que fueron nada para Oblak, un espectador más, como Maximiano.
En el once se estrenó Javi Serrano. Su primera irrupción como titular es mucho más que eso. Demuestra la convicción que tiene Simeone en el bravo medio centro del filial. El escenario, el debut y todos sus condicionantes rebajaron las cualidades que tiene y muestra habtiualmente con el equipo del escalón inferior. Estuvo por debajo de su nivel. Entendible en cualquier estreno. El técnico argentino lo reemplazó al descanso. También a Reinildo. Sus recambios fueron Luis Suárez y Vrsaljko para promover otra versión en la reanudación.
Porque también, como ante el Cádiz, el Alavés o el Espanyol, por citar los visitantes más recientes, el Atlético salió de otra forma al segundo tiempo. Al menos lo pareció. Un rato. Tampoco nada del otro mundo, Pero ya lo notó el Granada, más exigido, menos tranquilo, cuando Griezmann conectó un derechazo que se fue fuera por unos centímetros o cuando Correa lo intentó con otro disparo desviado. Poca cosa, pero mucho más que todo el primer tiempo, por ambición.
La otra mala noticia para el Granada fue la lesión de Darwin Machís, aparentemente muscular, con todo lo que está en juego en el próximo y último mes de competición. Se quedó en el suelo, le atendieron los servicios médicos y pidió el cambio a falta de más de media hora de duelo, anodino todavía ya con una hora de partido, con la diferencia de que el conjunto local ya había acelerado algo el paso, consciente de que necesitaba más para ganar, de que un punto era prácticamente nada, sobre todo después de la derrota del Betis.
Para entonces, el Granada ya sólo se defendía, más allá del arrojo de Milla para presionar a Savic, al que a punto estuvo de birlarle la pelota al borde del área contraria, y más allá de alguna esporádica aventura ofensiva que ni se acercó a Oblak, al que nadie le exigió ninguna parada de mérito, ninguna estirada, pero que tampoco reclamó ninguna intervención de verdad de Maximiano, tan ilustrativo como es ese dato del partido del Atlético, en el que debutó Giuliano Simeone, el hijo del 'Cholo', en el tramo final.
- Ficha técnica:
0 - Atlético de Madrid: Oblak; Llorente (Giuliano Simeone, m. 90), Savic, Hermoso, Reinildo (Luis Suárez, m,. 46), Carrasco; De Paul, Javi Serrano (Vrsaljko, m. 46), Koke; Griezmann (Cunha, m. 70), Correa (Lodi, m. 65).
0 - Granada: Maximiniano; Quini, Domingos Duarte, Víctor Díaz, Escudero; Puertas (Raba, m. 84), Petrovic, Milla, Machís (Uzuni, m. 61); Collado (Montoro, m. 75) y Luis Suárez (Bacca, m. 75).
Árbitro: Gil Manzano (C. Extremeño). Amonestó a los locales Reinildo (m. 28), Savic (m. 48+) y De Paul (m. 77) y Vrsaljko (m. 85) y a los visitantes Quini (m. 5), Escudero (m. 57) y Víctor Díaz (m. 73) y Puertas (m. 83)
Incidencias: partido correspondiente a la trigésimo tercera jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Wanda Metropolitano ante 43.517 espectadores.