Compartieron este sábado la foto de la Puerta Granada del coso de Granada tras cortar dos orejas cada uno
El joven Tomás Rufo y el veterano Julián López "El Juli" compartieron este sábado la foto de la Puerta Granada del coso de Granada tras cortar dos orejas cada uno, en una tarde en la que Alejandro Talavante se fue de vacío tras marrar con la espada una faena de cante grande al natural.
Había ganas de ver a Tomás Rufo, que hacía su presentación en Granada convertido en una de las grandes sensaciones de esta temporada. Y el toledano cumplió sobradamente con las expectativas.
Y además no tardó en hacerlo, pues ya en su primer toro, tercero de corrida, se mostró muy rotundo de principio a fin ante un astado que, dicho sea de paso, fue también un buen colaborador. Faena muy asentada y autoritaria, con un toreo templado, de trazo largo y por abajo. Todo muy conjuntado y muy comunicativo con los tendidos, que le premiaron con dos orejas tras un certero espadazo.
No pudo redondear el joven espada de Pepino (Toledo) con el rajado y remiso sobrero que hizo sexto, con el que se justificó a base de entrega y de no tirar la toalla, pero sin poder alcanzar las cotas artísticas deseadas por ese manifiesta falta de oponente.
El Juli fue el encargado de descorchar la tarde con una faena de alta nota técnica ante un primero de corrida blando y de muy poca raza, con el que el madrileño hizo un notable esfuerzo para, a base de temple y de hacerlo todo a favor del animal, acabar sometiendo al de Domingo Hernández en lo que fue una faena de gran oficio y notable conocimiento. Cortó una oreja tras una eficaz estocada.
Con el cuarto, que tuvo más volumen que sus hermanos, volvió a rayar a gran altura el Juli ante un animal que se prestó también más que el anterior y al que toreó con temple, relajo y regusto en la interpretación. Granada fue testigo de la notable temporada que está echando el torero de San Blas (Madrid), que acabó paseando un solo trofeo por culpa del pinchazo previo a la estocada definitiva.
Alejandro Talavante, por su parte, mostró dos caras bien distintas con cada toro de su lote. Lo que sí hizo en ambos fue fallar con estrépito en la suerte suprema.
En su primero, un toro totalmente vacío, el extremeño anduvo también un poco displicente en una faena sin contenido alguno.
Pero en el quinto, en cambio, la cosa fue distinta. Es verdad que el toro se prestó algo más, pero Talavante, espoleado también por el triunfo ya amarrado de sus dos compañeros de cartel, salió con otro ánimo para lograr una faena de muy buen porte y en la que volvió a exhibir su elegante toreo, especialmente una serie de naturales a pies juntos de una hondura extraordinaria.
Tras unas ajustadas manoletinas la Puerta Grande comenzó a entreabrirse para él, pero su espada, su mala espada, hizo que todo quedara en una gran ovación tras un recado presidencial.
FICHA DEL FESTEJO.- Seis toros de Domingo Hernández, el sexto como sobrero, desiguales de presentación, nobles pero justos de fuerzas y bajos también de raza. El mejor fue el tercero, un toro con más motor y que siempre fue a más en la muleta.
El Juli (grana y oro): estocada (oreja); pinchazo y estocada trasera (oreja).
Alejandro Talavante (nazareno y oro): tres pinchazos y estocada honda atravesada (silencio tras aviso); cuatro pinchazos y estocada (ovación tras aviso).
Tomás Rufo (azul marino y oro): estocada (dos orejas); estocada y dos descabellos (ovación).
En cuadrillas, Fernando Sánchez saludó tras banderillear al sexto.
La plaza registró un tercio de entrada en tarde calurosa y con ligero viento.