La exalcaldesa de Maracena (Granada), Berta Linares (PSOE), ha defendido su "inocencia" en el secuestro, el pasado 21 de febrero, de la que fuera concejal socialista Vanessa Romero, y ha confiado en el archivo de la investigación judicial abierta contra ella y el que fuera concejal de Urbanismo en el momento de los hechos, Antonio García, como presuntos inductores.
Berta Linares ha realizado estas declaraciones algo después de las diez de la mañana a los numerosos medios de comunicación que la esperaban a las puertas del edificio judicial de la Caleta antes de entrar a declarar en calidad de investigada por este asunto ante el Juzgado de Instrucción 5 de Granada.
Como presunto autor material del secuestro permanece en prisión provisional, Pedro G.R., que en este momento era pareja sentimental de Berta Linares, la cual, pese a ganar las elecciones municipales del 28 de mayo, renunció a principios de junio a su acta tras la exposición mediática y el "desgaste personal" que le ha supuesto este caso.
En las breves declaraciones que ha hecho ante los medios --estaba citada a las 10,15 horas ante el juez-- la exalcaldesa de Maracena se ha manifestado "muy contenta" de que por fin se haya producido posibilidad de poder declarar en este caso, de explicar su versión de lo ocurrido y de poder "demostrar por fin" su inocencia y la de Antonio García, que aún es concejal socialista en el Ayuntamiento de Maracena.
"Lo que esperamos es que hoy salga todo bien y que por fin el caso se pueda archivar y poder descansar", ha agregado Linares, quien ha insistido a preguntas de los periodistas en que ella no mintió cuando afirmó en rueda de prensa que no había visto a su pareja el día del secuestro sino que contó lo que sus abogados y la Guardia Civil le dijeron "que era lo mejor" para la investigación. "Y lo hice así; en todo momento lo puse en conocimiento tanto de la Policía como de la Guardia Civil y ellos lo saben y fui yo la que ayudé a encontrarlo y a detenerlo", ha enfatizado.
DROGAS
Por su parte, el concejal Antonio García ha abundando en el argumento de que será ahora, en la fase de instrucción, cuando tanto él como la exalcaldesa podrán dar sus "explicaciones" frente a las acusaciones que ha vertido contra ambos el secuestrador, que les ha acusado de inducirle a cometer el secuestro de la concejal Vanessa Romero, a la que metió en un maletero con la cabeza tapada y atada con bridas de pies y manos.
El edil socialista --ahora en la oposición en el Ayuntamiento de Maracena-- ha recalcado que las declaraciones del secuestrador "carecen de credibilidad" al ser preguntado por la parte en la que afirmó que le dieron cocaína para que cometiera los hechos y ha recordado el informe forense aportado a la causa en el que se descarta que consumiera esta sustancia tres meses antes de lo ocurrido atendiendo a los análisis capilares practicados.
Preguntado por qué él no ha renunciado al acta de concejal como ha hecho Berta Linares, ha insistido en que es ahora, en el marco de la investigación, cuanto tienen que dar su versión, que "no ha sido oída hasta ahora" y es en este momento cuando debe ser contrastada con lo dicho por el presunto secuestrador.
"Todos sabéis perfectamente que Berta lo hizo --su renuncia-- para facilitar precisamente una posibilidad de pacto y lo hizo precisamente por el bien del partido y por el bien de Maracena. Yo creo que es ahora cuando toca que la justicia ponga cada cosa, a cada uno, en nuestro sitio y esto acabe por fin", ha argumentado.
EL SECUESTRO
El secuestro se produjo el pasado 21 de febrero por la mañana, después de que la concejal dejara a sus hijos en el colegio y se encontrara con el secuestrador, al que conocía porque hasta ese momento era la pareja de la alcaldesa de Maracena. El acusado supuestamente le puso como excusa para subir a su coche que se había quedado sin gasolina y ya dentro del vehículo la amenazó con un pistola que la Guardia Civil ha confirmado que era simulada.
En un momento dado, ató a la edil con bridas de pies y manos, le tapó la cabeza y la obligó a meterse en el maletero de su vehículo, el cual estacionó en un local de Armilla (Granada) antes de marcharse. Ella logró escapar y pedir ayuda, tras lo que denunció los hechos ante la Guardia Civil.
