La Policía Local de Granada ha detenido a un joven de 24 años al que se investiga por supuesta venta de droga al menudeo en las inmediaciones de una zona de centros educativos y de parques infantiles en la barriada de Albaida de Granada capital.
Según ha informado la Policía Local en una nota de prensa, este jueves a las 11,00 horas, y tras la denuncia de varios vecinos, agentes de la Unidad Canina han realizado un servicio de prevención de venta de estupefacientes en la barriada de Albaida, y han localizado a una persona que respondía a las características facilitadas por los denunciantes.
Estaba en un banco de la calle Eurípides, y, los policías, apoyados por la actuación de los perros de la Unidad Canina, han encontrado entre sus pertenencias distintas cantidades de marihuana distribuidas en distintas bolsas y otros contenedores.
Asimismo, llevaba cierta cantidad de ketamina, un anestésico que puede producir efectos psicodélicos, y reconocía que "se dedica a la venta de la droga para obtener un dinero ya que no se encuentra trabajando en este momento".
Los agentes han procedido a su detención por la presunta comisión de un delito contra la salud pública, y a la incautación de la mercancía, dando traslado de los hechos a la autoridad judicial.
Por otro lado, en la tarde de este pasado miércoles, a las 17,20 horas, dentro del dispositivo de seguimiento para comprobar el cumplimiento de las medidas de seguridad sanitaria, la Policía Local ha llevado a cabo a cabo diversas inspecciones en establecimientos de ocio.
Los agentes patrullaban por la zona de la calle Pintor Velázquez, en el centro de la capital, donde ya se habían recibido quejas en días anteriores por concentraciones de jóvenes a la salida de los establecimientos una vez llegaba la hora de cierre.
DESALOJO DE UN LOCAL
A pesar de las denuncias formuladas a los jóvenes por distintas infracciones como el consumo de alcohol en la vía pública, o por no hacer uso de la mascarilla, en la inspección de uno de los establecimientos, los policías comprobaron que los clientes no guardaban supuestamente la distancia de seguridad, "al parecer debido a que superaba el aforo permitido".
El encargado, solicitada la autorización para ejercer la actividad así como el resto de documentación, habría comentado que no podía aportarla y manifestado "no conocer el aforo del local".
Por este motivo, se procedió a formular denuncia, y al desalojo de 84 personas que se encontraban en el interior (superando ampliamente el aforo que actualmente se encuentra limitado a un tercio del habitual), cerrando el responsable el establecimiento.
