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Granada

Íllora y Montefrío trabajan para recuperar la normalidad tras una tromba de agua

Continúan desde primera hora de esta mañana en tareas de limpieza y retirada de barro en viviendas y vías para intentar recuperar la normalidad

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  • Lluvias. -

Íllora y Montefrío, los municipios de Granada más afectados por la tromba de agua que en la tarde de ayer martes dejó unos sesenta litros en apenas media hora, continúan desde primera hora de esta mañana en tareas de limpieza y retirada de barro en viviendas y vías para intentar recuperar la normalidad.

El alcalde de Íllora, Antonio Salazar, ha informado a Efe de que la fuerte tormenta se ha cebado especialmente con la pedanía de Alomartes, donde han quedado dañados más de medio centenar de vehículos y una cantidad similar de inmuebles, sobre todo bajos, cocheras y algunas tapias y muros.

Hasta la medianoche la maquinaria logró despejar las principales calles de este núcleo de población, donde viven unos 2.500 vecinos, y ya desde primera hora de esta miércoles continúan las tareas para retirar el barro y el fango acumulado.

El Ayuntamiento de Íllora ha habilitado en Alomartes una oficina municipal para que los afectados puedan comunicar los daños, mientras que se estudia la fórmula para poder declarar zona catastrófica a parte del municipio.

También está interrumpido de momento el servicio de suministro de agua debido a la turbidez que presenta el manantial del que se abastece la localidad y continúan las labores para terminar de regularizar la circulación especialmente en la carretera autonómica A-336.

Según el regidor, aunque no ha habido que lamentar daños personales, dos personas tuvieron que ser trasladadas al centro de salud por heridas leves, una torcedura en la pierna y arañazos.

Por su parte, la alcaldesa de Montefrío, Remedios Gámez, ha explicado a Efe que la tromba de agua ha afectado principalmente a zonas rurales del municipio, donde se ha desbordado un arroyo en la zona de Milanos y han quedado destrozados en torno a una docena tanto de cortijos como de vehículos.

La regidora ha detallado que, en algunos casos, el agua acumulada alcanzó una altura de metro y medio y que los bomberos tuvieron que actuar para rescatar a algunos vecinos.

Los servicios municipales, apoyados por lugareños voluntarios con sus tractores, continúan desde la tarde de este martes abriendo paso en caminos rurales y carreteras y ayudando a vecinos a salir de algunas viviendas que se encuentran todavía aisladas.

"Algunos sintieron auténtico pánico. Es un desastre, lo que estamos viendo desde primera hora es peor que ayer", ha señalado la alcaldesa, que valora -al igual que el Consistorio de Íllora- promover algún tipo de declaración como zona catastrófica.

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