El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) invertirá casi seis millones de euros en la regeneración de la playa de Matalascañas, en el término municipal de Almonte. Para ello, la Dirección General de Calidad Ambiental y Evaluación Ambiental ha formulado la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto de 'Aportación de arena y mejora de los dispositivos de retención de la misma en la playa de Matalascañas'.
Dicha resolución, fechada el pasado 20 de diciembre, aparece publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 26 de diciembre de 2022. El objetivo principal del proyecto es frenar la pérdida paulatina de arena, sobre todo en el extremo más oriental, de la playa de Matalascañas.
En este sentido, la subdelegada del gobierno en Huelva, Manuela Parralo, ha destacado que es un "trámite importantísimo previo a la ejecución de las obras y que demuestra el firme compromiso del Gobierno de España con la estabilización y mejora de litoral onubense", ya que este proyecto, "se suma al aprobado anteriormente de regeneración de la playa de La Antilla-Islantilla, en el que se invertirá algo más de 4,3 millones de euros".
"La Dirección General de Costas declaró en abril del 2020 como obras de emergencia, por un valor de 450.000 euros, la reconstrucción del paseo marítimo, bastante dañado a consecuencia de las fuertes mareas que habitualmente se registran en ese núcleo costero", ha detallado la subdelegada.
Por tanto, se trata, según ha explicado Parralo, de compensar los déficits que viene sufriendo de forma constante esta zona costera, a causa de la propia dinámica del litoral, así como del fuerte oleaje que rompe con fuerza en ese punto de levante, por lo que es "la solución más indicada tras los diferentes estudios realizados".
De este modo, el presupuesto de las obras proyectadas es de 5.999.863,12 euros, y tiene un plazo de ejecución de alrededor de cuatro meses.
Entre los contenidos principales del proyecto se encuentra la remodelación de nueve espigones, lo que supondría uno de cada dos de los ya existentes en la playa, cuya actuación consiste en la elevación de las estructuras de 1,50 metros sobre el nivel actual de la playa, de forma que la cota de coronación del espigón vaya descendiendo según se aleje del paseo marítimo, adaptándose a la cota decreciente del perfil de playa.
Al respecto, solo se recrecen los primeros 50 metros de cada espigón, para lo que se usará un volumen de 2.140 metros cúbicos de escollera, procedente de las canteras situadas en torno a la autovía A-49.
Por otro lado, el proyecto también contempla operaciones de dragado. Para ello, se plantea la extracción de 700.000 metros cúbicos de arena entre los cuatro y 15 metros de profundidad, mediante draga de succión de cortador en marcha, de los bancos sumergidos situados frente a Punta Umbría (parcelas nueve y once), y frente al dique de Juan Carlos l (parcelas seis y siete).
De este modo, el volumen de extracción estimado en Punta Umbría es de 600.000 metros cúbicos, mientras que en el banco frente al dique Juan Carlos I sería de 100.000 metros cúbicos. La cántara tiene una capacidad de 7.000 metros cúbicos y se llenará a un 80% de su capacidad.
Tras la formulación de la Declaración de Impacto Ambiental procede cumplimentar las exigencias establecidas en la misma como previas a la aprobación del proyecto. En cualquier caso, todas las medidas establecidas en el estudio de impacto ambiental y en la declaración formulada han de estar definidas y presupuestadas antes de efectuar dicha aprobación.
Así pues, se acometerá a la mayor brevedad las exigencias establecidas como preoperacionales con objeto de tomarlas en consideración al resolver sobre la aprobación del proyecto.
Posteriormente, se acometerá la licitación de las obras proyectadas y de los servicios que se precisen para cumplimentar el resto de exigencias ambientales y de las requeridas por la normativa vigente.