Segundo día de semifinales en el Gran Teatro y los nervios y tensiones empiezan a presionar el ambiente, creándose ese morbo, siempre necesario, que le da vida al Concurso Colombino. Los nombres en la calle y carpa ya empiezan a sonar con mayor fuerza, y a medida que los grupos van soltando amarras en el escenario, siempre es el primer impacto el del público asistente: sus reacciones, aplausos y efusividad durante la actuación.
Hay que destacar que la noche del lunes el respetable estuvo algo más respetuoso con las agrupaciones y se observaron menos interrupciones, algo que se agradece y que esperamos que siga en la misma línea. Por otra parte, no se nos pueden olvidar los compañeros que este año presentan las distintas sesiones del concurso, que están haciéndole un favor no solo a la Federación, también a la fiesta en general.
Las letras en este día volvieron a la buena crítica y no faltaron temáticas como el feminismo, la prostitución o directas al propio carnaval, un recurso que jamás caerá en desuso.
La apertura de bambalinas en este segundo día de semifinales le correspondió a la chirigota de Huelva, de Diego Ortiz y David Bernal, que superaron su primer pase, logrando conquistar con esa capacidad improvisadora a todo el teatro. Buenas tablas para un grupo lleno de ingenio y desparpajo, que saben transmitir en el escenario y disfrutan con el público. Buenos pasodobles que conectaron bien y destaco los dos cuplés que fueron las delicias del respetable. Me gustan Diego y David, me agrada ese estilo tan peculiar e introvertido, siempre lleno de esa canalla y rebelde actitud que llenó de frescura sus primeros años. Hoy siguen en dicha línea, más maduros y con el bagaje suficiente para darle vida a cada nuevo tipo. Buen pase.
Hora de ‘Los garrapatas’, comparsa dinámica y muy activa en el escenario. Manifestantes que protestan durante todo el repertorio, con buenas intenciones y objetivos muy claros. Los cuplés entran de lleno en máxima categoría, simulando una huelga en la que el público repite los mensajes que se lanzan del escenario. “Vamos a protestar” es la coletilla que acabamos cantando todo el público y que aún resuena en la mente de muchos. Bien cantada y con letras de corte social que lucen en el popurrí. Es el año de los Giraldo, su trabajo, su esfuerzo y la calidad que se han ganado a través de los años. Particularmente, me gustaría verlos en la final.
El cuarteto ‘El plan Bellavista’ se enfrenta al público en esta modalidad tan complicada y poco agradecida en esta fiesta. Parto de que me faltan las rimas en todo el repertorio, algo que debería ser obligatorio para alejarse del teatro improvisado y darle mayor dimensión. El grupo sabe interpretar y venden su papel a representar.
La comparsa ‘La vieja verde’ entra de lleno en esta segunda fase y hace uno de los mejores pases que se han visto en este certamen. Silencio sepulcral mientras cantan para no perderse ni un detalle. El juego de voces de este grupo así como su montaje marcan el ritmo del concurso y se lanzan con temáticas sociales muy candentes, con una dimensión profunda que embriaga desde sus inicios. Hablamos de una de las agrupaciones favoritas del concurso, con papeletas suficientes para coronarse en la Gran final. Aún queda mucho que decir y la resolución final la dictaran las plumas, pero esto promete. Segunda agrupación en esta modalidad que, desde mi perspectiva, tiene pase directo a la gran final.
Cierra la sesión la chirigota y/o murga de Ángel Atienza, que sube el nivel en su exposición. Simpáticas letras que revientan en los cuplés de ‘cupletinas’, muy bien llevados y haciendo reír al público. Resalto también el pasodoble al feminismo y a las mujeres que afrontaron aquellos duros años. El popurrí cargado de cuartetas desternillantes y una excelente interpretación con la que se ganaron al público. Otro buen pase que nos regalan. Suerte a todas.