El Juzgado de lo Penal número 4 de Huelva acogerá el juicio de la causa abierta por el robo de 1.000 kilos de hachís en la sede de Aduana onubense la pasada Nochevieja, conocido como la operación 'Campanada', que ha sido fechado para el mes de febrero, concretamente durante los días 24, 25 y 26, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.
En total son 12 los imputados --después de que para otros dos detenidos solicitara el sobreseimiento y otro falleciera-- y el Ministerio Fiscal ha pedido once años de prisión para el vigilante de seguridad de la sede aduanera, único que queda en prisión preventiva, por esta causa por los delitos de hurto continuado, contra la salud pública, robo y por otro de tráfico de drogas, así como siete años para los tres imputados residentes en Sevilla por los delitos de robo y contra la salud pública y otro año más por un delito de coacciones.
Para los otros tres, naturales de Huelva capital y que supuestamente participaron en el robo del hachís en la aduana, el fiscal solicita seis años y medio de prisión por un delito contra la salud pública y de robo con fuerza en las cosas, mientras que para el resto, cinco en total --de Gibraleón y de Punta Umbría que se encargaron de vender supuestamente los primeros 90 kilos robados-- pide tres años por un delito contra la salud pública.
Cabe recordar que solo continúa en el centro penitenciario el vigilante de seguridad de las instalaciones presuntamente implicado en la operación, así como que el Ministerio Fiscal ha solicitado multas millonarias que rondan los seis millones de euros.
Seis de estas personas, incluido éste último, carecen de antecedentes penales, mientras que el resto sí por los delitos de robo y contra la seguridad vial. En total fueron 21 las personas implicadas --18 detenidos por la Policía y tres que se entregaron voluntariamente-- aunque fueron 14 los que han pasado por la cárcel.
En concreto, los tres presuntos cabecillas de la operación 'Campanada', que son los que se entregaron de forma voluntaria, salieron de la prisión este verano al decretar el juzgado de Instrucción número 5 libertad bajo fianza de 2.000 euros para cada uno.
Además de las detenciones se realizaron cinco registros en Huelva en febrero y se intervinieron tres vehículos de alta gama adquiridos en los días posteriores al robo. Ese mismo día se realizaron más registros en Sevilla, en la localidad sevillana de Carmona y en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), y días más tarde la Udyco de Sevilla arrestó a otro miembro del grupo investigado.
LOS HECHOS, SEGÚN LA FISCALÍA
En su escrito de acusación, el Ministerio Fiscal puso de manifiesto que tres de los acusados, concretamente los residentes en la provincia de Sevilla, ofrecieron parte del dinero que se consiguiera con la venta de la droga al vigilante de la sede aduanera.
También asegura que éste accedió a esta propuesta, proporcionándoles el mando a distancia que abre tanto la puerta exterior de las instalaciones del edificio de Aduana como la puerta del parking, no especificando el escrito que fuera "coaccionado y amenazado con fuerza física" en un descampado de Huelva tal y como indicó éste a la Policía.
Así el día 29 de diciembre de 2012 uno de estos imputados se reunió con este vigilante de seguridad en un restaurante de Huelva, momento en el que éste le informó de la clave para la desactivación del sistema de alarmas del edificio de Aduana y le entregó la llave del depósito.
La Fiscalía reseña no obstante que estos tres imputados a mediados del mes de diciembre se desplazaron a Huelva y, a través de otro de los detenidos por los hechos, buscaron a otro que en un principio vendió los 90 kilos de hachís que supuestamente robó el vigilante de las instalaciones meses antes de que se perpetrara el robo de los 1.000 kilos, al que metieron en un coche, con el que circularon hacia Huelva, "golpeándolo repetidamente" hasta que éste llamó a otros dos de los imputados, procediendo éstos a requerir telefónicamente la presencia del vigilante.
A su vez, el Ministerio Fiscal asegura que éste a mediados de noviembre sustrajo supuestamente de la sede de Aduana una tableta de hachís de 50 gramos de peso regalándosela a dos individuos, también imputados por estos hechos, a cambio de información para vender gran cantidad que pensaba sustraer de estas dependencias.
Así, varios días después este vigilante, según indica la Fiscalía en su escrito, "con ánimo de obtener un lícito beneficio patrimonial, se apoderó de un fardo de hachís de 30 kilos" conectando con los citados individuos para que procedieran a su venta. En total fueron cinco los que se encargaron de vender esta primera cantidad sustraída, así como 60 kilos más --también supuestamente robada por el vigilante--, y que en total obtuvieron un valor en el mercado de 54.000 euros, beneficiándose éste de 45.000 euros.
En cuanto al robo en sí el día de Nochevieja, la Fiscalía señala que algunos de estos imputados y otras personas que no han sido identificadas a bordo de un vehículo con un remolque --ambos robados ese mismo día en Sevilla y Huelva-- y de otro vehículo todoterreno, accedieron con el mando a distancia al interior de las instalaciones de Aduana portando todos ellos pasamontañas, una maza y una cizalla, desactivando el sistema de alarmas, utilizando la clave facilitada por el vigilante presuntamente y rompiendo la puerta del depósito. Fue el ADN obtenido en las pruebas recogidas por la Policía, lo que ha permitido a los investigadores identificar a los detenidos.