La relación de la ciudadanía con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no pasa por su mejor momento de confianza. El sentido de la labor policial se ha ido desvirtuando con hechos y peligrosas generalizaciones, y como resultado: Los ciudadanos se quejan de la Policía; la Policía, de su cúpula; la cúpula es política, y la política gobierna en una sociedad como la actual de pobres contra pobres.
Sirva esta reflexión para contextualizar la comparecencia hecha este miércoles por Antonio Fernández, secretario de organización de la Unión Federal de la Policía en Huelva, quien en el contexto del apoyo a los compañeros de la UIP agredidos el pasado sábado en Madrid, hizo una preocupante radiografía del día a día de los agentes de la Policía Nacional por las calles de Huelva:  “Aquí tenemos lesionados todos los días porque la gente, por desgracia, cada vez respeta menos a la Policía, y el sistema judicial no da el amparo que debía garantizar a la Policía, a una persona que está uniformada en la calle”.
En este sentido, y tras ser preguntado por esa llamativa afirmación, Fernández aseveró que “todos los días hay algún lesionado a causa de alguna persona en la calle que le pega a un Policía, y juicios hay casi a diario de policías lesionados uniformados”.
Entre los hechos que demuestren estas palabras, el representante de la UFP aseguró que ha habido “pedradas en la cabeza en La Orden”. “No son hechos tan graves como los sufridos por los compañeros en Madrid, pero graves sí”.
Apoyo a la UIP de Madrid
Fue una reflexión sobre la situación de los agentes en Huelva enmarcada en la concentración de apoyo a los policías de Madrid agredidos por grupos violentos el pasado sábado en Madrid. Así, unos 150 agentes de la Policía Nacional, con presencia de bomberos, guardias civiles y policías locales, mostraron su respaldo a los colegas en un acto que se llevó a cabo en todas las capitales españolas.
Sobre los tristes sucesos, Fernández consideró que “fueron masacrados por la gente de la Marcha de la Dignidad del 22 M”, y ante la gestión de los hechos pidió “el cese de toda la cúpula policial de seguridad ciudadana: el comisario general de seguridad ciudadana, el jefe de las UIP y el jefe de la primera unidad de intervención policial de Madrid”.
Tras señalar directamente a la Marcha por la Dignidad, el representante de la UFP matizó después de ser cuestionado por los periodistas: “Salió de la Marcha de la Dignidad, fue parte, por supuesto toda la gente que iba no lo hizo, pero sí un grupo de radicales se supone que de extrema izquierda”.
Antonio Fernández se hizo portavoz en Huelva del mal sabor que hay entre los agentes después de los hechos del pasado sábado: “Lo que no se puede hacer a gente que está cumpliendo con su trabajo es machacarla de la forma que se la machacó, romperle la cabeza, los dientes… y por parte de la cúpula policial se los abandonó, y no se le prestó el apoyo que se debía prestar a un compañero. Se tenía que haber actuado en auxilio y utilizar los métodos coercitivos que nos da el Estado de Derecho, y no dejarlos abandonados”. “Se los abandonó y se les negó el derecho que tiene cualquier ciudadano a que no cometan un delito contra ellos. A algunos lo apuñalaron, le rompieron dientes, le abrieron la cabeza… Nosotros somos personas, igual que cualquiera y estamos cumpliendo con nuestro trabajo”.
Assimismo, aseguró que los agentes “nos sentimos indefensos política y judicialmente. Nos tenemos el amparo que debían de tener las personas que defienden el Estado de Derecho”.
Por último, hizo un llamamiento tratando de que se vaya recuperando poco a poco la confianza y el respeto hacia la labor policial: “La gente debería saber que la Policía está para garantizar y velar por la seguridad. Nosotros somos personas, tenemos familia, tenemos hijos, tenemos padres… Y ninguna persona de bien tiene que temer nada de la Policía. Lo que sí es normal que una persona que está vulnerando el Estado de Derecho se expone a que se tomen unas medidas coercitivas contra ella, pero es lo que garantiza el Estado de Derecho, no hay otra cosa. Cumplimos con nuestro trabajo como cualquier otro trabajador. Nadie ha salido a defendernos. Se ha defendido más a los pobres ciudadanos que intentaron pasar la frontera que a la Policía de un Estado, a la que se ha abandonado”.
