El proceso de fusión de los hospitales Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena continúa teniendo consecuencias para el personal y la cartera de servicios que se presta al paciente. Así lo ha denunciado nuevamente el sector de Sanidad del sindicato CSIF que ha acusado una vez más a la Administración de realizar un ERE encubierto aprovechando la unificación de los dos complejos de la capital.
En esta ocasión, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios explica que, aprovechando la renovación de los contratos eventuales de un año de duración que se está llevando a cabo durante estas semanas, se ha prescindido de cinco médicos pediatras del hospital Juan Ramón Jiménez -uno de ellos con tres años de servicio contratado al 75%- que no aparecen en el listado de personal renovado para los próximos doce meses.
Con esta “maniobra encubierta” para reducir personal, según denuncia CSIF, el Juan Ramón Jiménez sólo contará con 14 pediatras, la ratio más baja de toda Andalucía considerando, además, que Huelva es la única provincia de la comunidad que no cuenta con un hospital materno-infantil.
César Cercadillo, responsable provincial de Sanidad de CSIF, insiste en que “con estos datos en la mano demostramos cómo la Administración aprovecha cualquier proceso relativo al personal para recortar las plantillas, ya de por sí escasas, con la excusa de unificar recursos con la fusión”. Según Cercadillo, lo único que se persigue es el ahorro económico en personal para seguir manteniendo las estratosféricas productividades y gratificaciones de los altos cargos o seguir metiendo a dedo puestos directivos y de confianza”.
Oscurantismo
Por otra parte, continuando con “la tónica habitual de oscurantismo” con la que se inició la fusión hospitalaria, CSIF asegura que la información que se está dando a los trabajadores para trasladarlos al materno-infantil del hospital Juan Ramón Jiménez es diferente a la que se proporciona a los sindicatos cuando son citados en las distintas negociaciones sobre el personal. Todo ello supone que “la Administración quiere hacer y deshacer a su antojo los organigramas y fijar de forma unilateral las condiciones laborales y, de paso, aprovechar la confusión generada para prescindir de un número indeterminado de puestos de trabajo reduciendo las plantillas todo lo posible”, lamenta César Cercadillo.
Todo ello, como viene alertando CSIF, ya está repercutiendo en la calidad asistencial al paciente “que apenas está cinco minutos en consulta, tiene que esperar meses para una simple radiografía y casi un año para pruebas cardiológicas o pasar un día entero en Urgencias”. Esta situación agrava, además, la complicada situación de la sanidad pública onubense que se mantiene a la cola de toda España en medios sanitarios.