Huelva ha vibrado con un Lunes Santo apoteósico, portentoso, soberbio e incluso hechicero. Y con mucho sabor a barrio. Explosión de júbilo en los barrios del Polvorín, La Hispanidad y La Orden para acompañar a sus Titulares de Tres Caídas, El Cautivo y El Perdón, respectivamente. Magia en las calles, devoción en el interior de los templos y fervor en las salidas triunfales de los pasos de esta segunda jornada de la Semana Santa onubense, que tuvo su broche de oro con la solemnidad y sobriedad de la Hermandad del Calvario.
El Perdón
La primera del Lunes Santo, con un barrio de La Orden volcado con su hermandad, a las 15.30 horas, con un cielo despejado, el sol radiante y calor, mucho calor. El Perdón inició su estación de penitencia desde la Parroquia de Santa Teresa de Jesús.
Al son de los tambores de la Agrupación Musical Santa Cruz de Huelva, el único paso de esta hermandad minutos antes de las 17.00 horas ya había subido la cuesta del Conquero para pisar sobre las 19.30 horas los primeros adoquines de la Carrera Oficial. El hermano mayor de El Perdón pidió a sus más de 250 nazarenos que “disfruten” de un caminar por las calles de Huelva que la lluvia les impidió en 2016.
El Cautivo
Y de La Orden a La Hispanidad, donde todo un barrio se agolpaba en la plaza de la Misericordia para ver la salida de la Hermandad del Cautivo. El inicio de su trayecto de salida ha sido modificado este año para pasearse más por su barrio y salir directamente al asilo, uno de los momentos más esperados, y este año la acompañan más nazarenos -390, más de veinte que hace un año-.
A las 15.29 horas se abrían las puertas de la Capilla del Santo Cristo Cautivo, y en el interior, primera levantá muy emotiva, dedicada a uno de los fundadores, recientemente fallecido, Alejandro Herves. Su viuda fue la encargada de darle al llamador.
A las 15.44 horas, el Cristo del Cautivo miró ya a Huelva, en una chicotá estuvo en la calle: “Esta levantá por todas vuestras madres, para que las tengáis en el pensamiento durante toda la estación de penitencia. Vamos los hombres buenos de La Hispanidad”, decía el capataz del paso de misterio, José Antonio Vargas Peña, a sus costaleros.
Tres Caídas
Pero el júbilo estalló en la salida triunfal de Tres Caídas. Quince minutos antes de que se abrieran las puertas de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, todo estaba listo en su interior. Una primera levantá del paso de misterio muy emotiva, a cargo de Carlos Martín, un hermano muy querido, de 85 años, y que durante muchos años regentó los populares Almacenes El Barato. “Es un tío de la casa, un enamorado de su hermandad, con 85 años sigue viviendo cada día, este es el ejemplo a seguir”, decía un emocionado Fabián Tello, capataz.
Con la Cruz de Guía ya en la calle, se producía también la primera levantá de la Virgen del Amor.
A las 17.00 horas ya estaba el Señor de las Tres Caídas en la calle, y media hora después, con los costaleros de rodillas, le tocaba el turno al paso de palio.
Los pasos de misterio y de la Virgen se impregnaron además de los sones de la Banda de Cornetas y Tambores Jesús Nazareno de Huelva y de la Banda Municipal de Música de la Puebla del Río, respectivamente. Uno de los momentos más emotivos fue el encuentro con las Hermanas de la Cruz, en la plaza Niña, donde rezaron varias oraciones, llovieron pétalos y se escucharon saetas.
El Calvario
La última hermandad del Lunes Santo se echó a las calles cuando la noche caía ya en la capital onubense. Una multitud de gentío acompañó a esta hermandad desde la céntrica Capilla de Nuestro Padre Jesús del Calvario.
Solemnidad, silencio y sobriedad el día en el que la céntrica hermandad lucía el gran estreno de 2017, el manto de María Santísima del Rocío y Esperanza, bordado por Francisco Carrera ‘Paquili’. Un broche de oro para un Lunes Santo cargado de color y calor.
