La devoción cofrade se sintió a flor de piel en Huelva desde primera hora de la tarde en un Domingo de Ramos que brilló con luz propia. El tiempo, generoso en el primer día de esta majestuosa Semana de Pasión, dio una tregua después de prácticamente 30 días seguidos con chubascos. Las hermandades de La Borriquita, La Sagrada Cena, La Redención y Los Mutilados vivieron una jornada brillante, sin incidencias y ante miles y miles de onubenses deseosos de ver el desfile procesional en cada rincón de la capital.
Penitentes, hermanos mayores, capataces, costaleros y cofrades, emocionados en los templos, en las calles y con los bellos de punta ante la espiritualidad y belleza de los pasos.
Poco antes de las 16.00 horas, nazarenos con el capirote puesto, con el cirio en la mano y el cíngulo colgando se pusieron a andar. La Semana Santa, en marcha.
La Sagrada Cena
Puntual a su cita, las puertas de la Iglesia del Sagrado Corazón, en pleno corazón del barrio del Polvorín, se abrieron para que saliera la primera Cruz de Guía de la Semana Santa onubense.
Con un paso excelso y tras una primera ‘levantá’ dedicada a los niños que sufren enfermedades raras, el Cristo del Amor y la Virgen del Rosario enfilaron hacia el centro de la capital.
Más de 350 nazarenos permanecieron más de nueve horas en la calle, siendo la hermandad con la estación de penitencia más prolongada.
El paso de misterio de esta hermandad posiblemente sea uno de los de mayor peso por la presencia de los doce apóstoles cuando el Cristo del Amor celebra su última cena. También aparece Judas disponiéndose a abandonar la escena para traicionar a Jesús.
La Borriquita
Lo mismo que en El Polvorín ocurrió minutos después en la Mayor de San Pedro. Con un gran ambiente, palmas por todos sitios y la incesante venta de coquis, a las 16.15 horas comenzaron a salir de dicho templo las primeras hebreas.
El Domingo de Ramos es el primer día de la Semana Santa, en el que se rememora la entrada de Jesús en la ciudad de Jerusalén. El paso de misterio de La Borriquita fue el primero en adentrarse en la Carrera Oficial, minutos antes de las 18.00 horas. Poco después, y entre aplausos, la Virgen de los Ángeles, al son de la Marcha Real, deleitó a los onubenses en su andar entre los palcos rojos. Además, tanto la hermandad de La Borriquita como la de La Sagrada Cena tuvieron un recuerdo para el pequeño Gabriel Cruz, cruelmente asesinado en Níjar semanas atrás, bien en forma de cirio con un ‘pescaíto’, bien con un lazo blanco.
Multitud de onubenses acompañaron sus imágenes favoritas por las calles.
Los Mutilados
A las 18.00 horas, la Parroquia de San Sebastián abrió sus puertas y medio millar de nazarenos comenzaron su estación de penitencia. Todavía en el interior del templo, el capataz del Cristo de la Victoria, José Carlos Martínez, dijo que “todos los hermanos de esta hermandad van al cielo” poco antes de darle al llamador.
Jesús es despojado de sus vestiduras por dos sayones para ser crucificado en el Gólgota. Otro sayón prepara la cruz para el suplicio en presencia de Cristo. Esa imagen fue avanzando por la cuesta de la calle Federico Mayo, rodeó la plaza de Los Litris, recorrió las calles La Fuente, Puerto y José Nogales y se adentró en Carrera Oficial más allá de las 21.35 horas.
Los Mutilados celebran este año el 75 aniversario de la fundación de la hermandad, aquel 26 de marzo de 1943 en el que militantes y excombatientes de la guerra civil española pusieron en liza este sueño en la iglesia conventual de San Francisco de Huelva.
La Redención
Por último, La Redención, desde el Asilo Ancianos Desamparados, se echó a las calles minutos antes de las 17.00 horas. Bajo el son de la banda de cornetas y tambores ‘Cristo de la Expiración’, la hermandad, con un único, mostró los novedosos faroles de la Cruz de Guía, las varas de presidencia y la vara de diputado mayor de gobierno. Los hábitos de nazareno estaban compuestos por morrión y capa de color azul marino, túnica crema y cordón y botonadura de azul marino.
“Tenéis el cielo ganado”, dijo el capataz de esta hermandad, Francisco Asuero, a sus costaleros cuando el paso se disponía a adentrarse en Carrera Oficial por la zona de la Placeta.
Estas cuatro hermandades recorrieron diferentes puntos de la capital para realizar su estación de penitencia, poniendo en las calles a casi mil penitentes.
Un Domingo de Ramos majestuoso, brillante y multitudinario. Una jornada cargada de pasión cofrade, de sentimiento y de fe.