La onubense Carolina Marín, campeona olímpica y triple campeona mundial de bádminton, aseguró que ha pasado "los peores meses" de su "vida"
La onubense Carolina Marín, campeona olímpica y triple campeona mundial de bádminton, aseguró que ha pasado "los peores meses" de su "vida", después de que se sucedieran en el tiempo el accidente que sufrió su padre y el confinamiento derivado de la crisis sanitaria del coronavirus.
"Creo que han sido los peores meses de mi vida, no se los deseo ni a mi peor enemiga. Por la situación personal que he tenido, el problema personal de mi padre, he tenido que estar todos los días en el hospital con él. Momentos muy duros al límite de las emociones", dijo.
"Ni en partidos ni en entrenamientos puedo llegar a ese limite emocional. Por la situación personal ha sido muy duro, emocionalmente he estado al límite", añadió en una conferencia de prensa telemática organizada por el Comité Olímpico Español (COE).
Por este motivo, reconoce que el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio hasta 2021 ha sido una buena noticia en su caso.
Carolina Marín manifestó, en este sentido, que "ha sido una suerte que aplazaran los Juegos por todo el año" que ha llevado.
"La situación personal de mi padre me estaba lastrando muchísimo, mentalmente no estaba en lo que tenía que estar pese a seguir compitiendo. La suerte de que se aplacen los Juegos un año hace que, con tranquilidad y tiempo, los pueda preparar muy bien y mentalmente esté mucho más preparada", afirmó.
Recalcó, además, que de esta situación saca "bastantes cosas positivas", pues explicó que ha "vivido en un límite emocional muy alto" y quiere "sacarle provecho a eso" para que, una vez se meta "en la pista, pueda trabajar esas emociones en otro límite más bajo" del que ha tenido.
En cuanto al futuro deportivo que le espera, indicó: "Mínimo hasta septiembre no vamos a competir, está ya confirmado. Esperemos que conforme se vaya acercando la fecha la federación mundial empiece a decir algo. Hemos tenido que cancelar muchos torneos que no sé si se van a cambiar de fecha o no".
Cuando vuelvan a jugar, podrían tener que hacerlo a puerta cerrada, una circunstancia que admitió que será extraña, ya que en bádminton compiten "muchísimo en Asia, en pabellones de 7.000 u 8.000 personas".
"No me imagino, por ejemplo, el pabellón de Indonesia vacío, que es un de mis torneos favoritos por cómo se vive allí. Pero si hay que hacerlo para que la salud de los jugadores esté controlada, así se tendrá que hacer", comentó Marín.
"Lo primero es la salud y luego vendrán los entrenamientos y las competiciones. Todas las deportistas nos hemos intentado adaptar a las circunstancias para entrenar dentro de casa. A ver si poco a poco vamos volviendo a la normalidad y adaptándonos de nuevo a la rutina diaria", agregó.