La Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) Jaén alerta de la disminución de la producción de la cosecha de miel
La Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) Jaén alerta de la disminución de la producción de la cosecha de miel en la provincia de Jaén de hasta un 90 % con respecto a la de los últimos cuatro años.
La apicultura jiennense, en la que existen unas 38.000 colmenas, de las que aproximadamente 21.000 se encuentran en la zona de la comarca de Andújar, y trabajan unos 175 apicultores, está viviendo uno de los peores años de su historia a causa de las altas temperaturas y la falta de lluvias que han dejado el campo sin flores y una cosecha de miel casi inexistente.
En Jaén en una campaña media baja como la de 2019 se obtenían unas 380 toneladas de miel, a una media de unos diez kilos por colmena.
Andalucía cuenta con 600.000 colmenas, 5.000 explotaciones, que representan el 20 % del total nacional, con una miel de gran calidad y en España hay censadas alrededor de 35.300 apicultores, aunque la profesionalización es muy baja.
El responsable de Apicultura en COAG Jaén, Tomás Torralba, asegura que este 2022 ha sido un año horroroso que da la puntilla a una época de malos años, “nunca ha pasado algo tan grave como ahora” y la abeja que es un bioindicador nos lo está indicando, “el cambio climático está dejando el campo hecho un desierto”.
O hace mucho frío cuando no corresponde, como ocurrió con la cosecha de miel del romero, o hace mucho calor como ocurrió en mayo, quemando todas las flores, dando al traste con la miel de primavera y ahora con la de verano, dejando sin miel de eucalipto o de girasol.
Este año, muchos apicultores, como Tomás, han renunciado incluso a la trashumancia, porque no ha llovido en ningún sitio y no les compensa realizar más gastos como los del gasóleo para transportar las colmenas.
En opinión de Tomás Torralba, “no hay alternativas, las ayudas están sirviendo para mantener las colmenas y que no desaparezcan, pero los apicultores tienen que buscar otros trabajos porque de las ayudas no se vive. Estamos luchando por mantener la cabaña, no por sacar producción”.
El 2021 ya fue en España un año muy desigual para la apicultura, ya que la climatología fue bastante adversa en muchas zonas y, en general, la producción de miel fue más baja de lo esperado en un principio.
También hay que añadir la competencia de mieles de baja calidad procedentes de países de fuera de la Unión Europea, especialmente China.
COAG insiste en que la miel que no está comprándose por parte de la industria española directamente a China –como se hacía anteriormente– se triangula desde hace algunos años a través de otros países de nuestro entorno comunitario, durante este primer trimestre de 2022, principalmente desde Portugal.