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Jaén

Fue bonito mientras duró

Los jienenses, que se adelantaron en el marcador, perdieron la categoría en un final de infarto

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  • El Real Jaén, a Segunda B -

La historia se repite. El Real Jaén no puede consolidar su presencia en Liga Adelante al perder con el Deportivo Alavés (2-3), en el último y definitivo encuentro que se disputó en el estadio de ‘La Victoria’, presenciado por más de 12.000 aficionados.


Todo fue bonito mientras duró. La temporada había levantado muchas expectativas y los aficionados vibraron con los triunfos de su equipo ante conjuntos importantes, y sobre todo el juego que desarrollaron los blancos, incluso destacado a nivel nacional por quienes tenían la oportunidad de observar los encuentros del equipo de Manolo Herrero.


Sin embargo, el final de temporada ha sido patético, lo mismo que el comienzo. En ambos casos con tres derrotas de tres. Eso hizo al principio que los jienenses se colocaran en puestos de descenso, pero supieron reaccionar y, poco a poco, fueron logrando los puntos necesarios para abandonar esos lugares. La igualdad existente en una liga más competitiva que nunca hizo que incluso se llegara a pensar en ocupar puestos de play off, al término de la primera parte del ejercicio.


Pero la realidad fue otra. La segunda parte de la liga ha sido muy negativa. El equipo no ha estado a la altura de las circunstancia y dejó escapar muchos puntos en casa, lo mismo que lo hizo en la primera vuelta, pero los triunfos ante equipos importantes como el Zaragoza, Las Palmas, Mallorca –este al final no lo fue tanto-, Sporting, Recre, Tenerife, Murcia… resultaron ser ficticios para la realidad en la que se tenían que mover los jaeneros, que no era otra que no sumar ante conjuntos que eran de los denominados de ‘su propia liga’. Las victorias en Jaén del Castilla, Mirandés, Sabadell, Ponferradina, e incluso del Eibar en la primera jornada, aunque luego el equipo armero demostró sus credenciales hasta subir a Primera División, hicieron mucho daño al equipo de Herrero.


Pero el final ha sido caótico. El Real Jaén lo tenía todo a favor. Con dos encuentros claves en su campo y llegando ‘vivo’ a esa situación, las posibilidades se incrementaban para conseguir el objetivo de la permanencia. Pero los blancos no estuvieron a la altura deseada y ante la Ponferradina ya dieron muestras de que su presencia en Liga Adelante se esfumaba. Tras perder en Riazor, cosa lógica aunque pudieron hacer más ante la pasividad del equipo gallego en el segundo tiempo del encuentro, el equipo jienense llegó casi con todo a favor en el último encuentro. No dependía de sí mismo, pero había muchas cábalas a favor. Todo pasaba por ganar al equipo que en los últimos tiempos se ha convertido en la ‘la bestia negra’ del conjunto de nuestra capital: el Deportivo Alavés. Los dos necesitaban ganar y esperar. El empate mandaba a los dos a Segunda B.


Desde el principio los de Herrero salieron con las ideas claras de hacerse con el control del partido, pero fueron los vascos los que tuvieron acercamientos peligrosos con un disparo de Beobide (minuto 8), que salió fuera por poco. En el campo había muchos nervios porque un gol podía dar al traste con las ilusiones del que lo encajara. El Real Jaén, no obstante, tuvo también sus oportunidades por medio de un disparo de Juanma (minuto 29), tras buena jugada de Fran Machado, que se marchó a la derecha de Crespo cuando este no llegaba a la pelota. Poco después (minuto 32), Jona tuvo en sus botas el tanto, pero remató fuera el pase de nuevo del ‘10’ blanco. Con las espadas en todo lo alto terminaron los primeros cuarenta y cinco minutos.

Segundo tiempo
Tras el descanso, el equipo de Herrero salió con mucho ímpetu siendo el dominador del juego. Así (minuto 53), Jona, de cabeza, a centro de Gaitán, anotaba el tanto que abría las esperanzas de la salvación, ya que los resultados acompañaban en ese momento.


Pero el Deportivo Alavés, en vez de venirse abajo con el tanto encajado, reaccionó con los cambios que realizó su técnico, Alberto López. La presencia de Ión Vélez y Quiroga en el campo, junto a Juanma, le dieron otro aire al equipo babazorro, mientras que el cambio de Jona, lesionado, por Nino, propició que los blancos retrasaran líneas de forma muy peligrosa.  El tanto vitoriano se veía venir y llegó. La recta final del choque fue de infarto con cuatro goles en diez minutos. Las indecisiones en la defensa blanca, dieron la posibilidad de que Juanma, primero, (minuto 86), y Quiroga, después (minuto 87), al recibir un despeje defectuoso de Nino, le dieran la vuelta al marcador. El público empezó a abandonar el recinto deportivo con este doble mazazo, pero volvió al anotar Fran Machado (minuto 89), el tanto del empate al rematar de cabeza un centro de Nando.
El tiempo de prolongación fue de infarto pues los dos equipos estaban descendidos. La tuvo el Real Jaén en un contragolpe rápido de Machado que cedió a Nino que remató fuera ante la oposición del meta Crespo. Y cuando todo parecía perdido para los dos equipos, se produjo una jugada confusa con balones aéreos cerca del portal jienense y Guzmán, de cabeza, en la misma línea del gol, anotó el tanto que daba el triunfo y la salvación a su equipo.


Alegría en jugadores y afición albiazul (unos 700 aficionados acompañaron a su equipo), y decepción y tristeza en jugadores y parroquia jienense que vieron cómo en diez minutos se esfumó una permanencia que tenían conseguida, no sin esfuerzo, sacrificio y sufrimiento. El fútbol fue injusto esta vez con el Real Jaén, pero ya se sabe que ‘goles son amores…’ y el resto no vale para nada.


Se perdieron muchas oportunidades, pero las dos últimas en casa han sido definitivas. Ahora comienza otra historia para el Real Jaén que vuelve a Segunda División B, una categoría demasiado conocida para la entidad blanca, en la que como se ha demostrado cuesta muy poco caer, pero mucho salir.


La plantilla de cara a un futuro seguro que se remodelará y llegarán nuevos miembros que, con ilusión y ganas, puedan devolver al equipo a la categoría que nunca debió perder. Aunque el mazazo recibido costará superarlo, ya sólo queda mirar hacia adelante y formalizar un nuevo proyecto que pueda dar nuevas alegrías a una afición que se ha volcado con su equipo pero que, finalmente, no ha recibido la satisfacción de poder conservar la categoría que tanto logró alcanzar, pero que la presencia en ella ha sido efímera.

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