Si hay un proyecto en Jaén que tiene visos de convertirse en otro culebrón más (y van...) de los muchos a los que nos tienen acostumbrados la clase política, éste sería el del Conservatorio Superior de Música de la capital
Si hay un proyecto en Jaén que tiene visos de convertirse en otro culebrón más (y van...) de los muchos a los que nos tienen acostumbrados la clase política, éste sería el del Conservatorio Superior de Música de la capital. Las explicaciones dadas ayer por la delegada de Educación, Yolanda Caballero, para justificar la demora de esta obra suenan a broma, por no decir a tomadura de pelo. Argüir que la adjudicación de la redacción del proyecto está a la espera de un nombramiento en la Agencia Pública Andaluza para la Educación y la Formación (Apaef), a la que corresponde la presidencia de la mesa de contratación, es una explicación que no sólo reafirma el fracaso de la política, sino que es todo un insulto a la comunidad educativa jienense, que lleva años reclamando una instalación más que necesaria y de la que en su día hizo bandera el Gobierno andaluz. Después de marear la perdiz durante bastante tiempo en torno a la sede del Conservatorio, la Junta apostó por un solar de su propiedad al final del Bulevar, donde había comprometido una inversión de más de 9 millones de euros. Sin embargo, desbloqueada la ubicación, la Junta sigue dando vueltas con argumentos poco convincentes que no hacen más que aumentar las dudas sobre la falta de voluntad política por hacer realidad un Conservatorio Superior que, a este paso, más parece de chirigota.