La estación de Renfe en la capital jienense ha tenido en los nueve primeros meses de este año 1.967 viajeros menos que en el mismo periodo del año anterior. Hasta el mes de septiembre, los viajeros subidos y bajados en Jaén han sido 135.111, frente a los 137.078 del mismo periodo de 2014, según los datos facilitados a este periódico por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), que se encarga de la gestión de las estaciones ferroviarias.
Con los datos parciales hasta septiembre, la estación de Jaén está lejos de poder alcanzar los 187.715 viajeros que tuvo en todo el pasado año, todos ellos en trayectos de media distancia. Tan solo en tres de los nueve meses de los que existen datos (febrero, junio y julio) la estación de la capital ha tenido un mayor tráfico de viajeros que en los meses de 2014.
Los datos de ADIF confirman de esta manera el estancamiento del ferrocarril en Jaén, debido principalmente a la cada vez mayor carencia de servicios.
Claro que, más significativo es el descenso de viajeros en la Estación de Linares-Baeza, donde en los nueve primeros meses de este año se han producido 3.951 viajeros menos que en el mismo periodo del año anterior.
La Estación de Linares-Baeza, que en su día fue una de las principales del tráfico ferroviario en el sur de la Península, tuvo durante todo el año pasado 185.120 viajeros, desglosados entre los 112.818 en trayectos de larga distancia y los 72.302 en los de media distancia. Sin embargo, en lo que va de año la estación más emblemática de la provincia está a casi 50.000 viajeros de la cifra alcanzada en todo 2014.
Menos trenes
El sindicato Ferroviario de CC O dio en abril de este año la voz de alarma por la progresiva pérdida de líneas ferroviarias: Desde 1992, la provincia ha perdido el 90% de sus trenes, una cifra sangrante que se ha notado menos en la capital.
También la Asociación de Amigos del Ferrocarril ha lamentado el “abandono” en las infraestructura ferroviarias y que después de 15 años en la provincia apenas se hayan construido poco más de 6 kilómetros de vías adaptadas a la Alta Velocidad, y también critican la escasa inversión.