La Cofradía de Nazarenos de Nuestro Señor de la Pasión despojado de sus vestiduras y María Santísima de la Amargura ha hecho de este 15 de abril un Lunes Santo impregnado de la casta, pasión y el corazón que ponen en la calle sus costaleros, marcando el paso de una de las hermandades con más personalidad de la capital.

Desde El Salvador hasta el corazón de Jaén y de sus cofrades, con una salida en procesión arropada por centenares de personas, con una plaza llena y alrededores esperando el paso de un misterio con la imagen de Jesús que se despojó de una nueva túnica, de terciopelo morado bordado en oro fino, realizada por el hermano y bordador Juan Armenteros Chica y donada por un grupo de hermanos.

El sentimiento cofrade se respiró desde la primera ‘levantá’ en el interior del templo. Fue digno de oír cómo hablaba el capataz Rafael Mondéjar a sus costaleros, a sus hermanos cofrades, motivándolos para que la fuerza de sus cuerpos llevara a la calle una manifestación pública de fe que nunca defrauda.

En el momento de la salida, el misterio estuvo acompañado por el banderín de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Despojado, Juan de Dios García, con motivo del 20º aniversario de ésta.

Uno de los misterios más bonitos e impresionantes de la Semana Santa de la capital buscó su itinerario mientras El Salvador esperaba la aparición de la Virgen, María Santísima de la Amargura, con palio rojo y gran, con un exorno floral en el que predominó el blanco de sus rosas y claveles, y con una mantilla de Bruselas de aplicación como tocado, estreno de este año.

Con paso a costal, el palio de la patrona y protectora de la Policía Local avanzó en un itinerario en el que recogió el respeto de los jienenses, al son de la Banda de Música ‘Nuestra Señora de la Amargura-Sociedad Filarmónica’. Tres de sus músicos la acompañaron en su salida, con motivo de su 15º aniversario.

Su imagen despierta devoción y Jaén la arropó y le dedicó petaladas durante la procesión, destacando la que desde hace dos décadas le ofrecen en Óptica Amate, la más emblemática. Llovieron pétalos de miles de claveles, que llenaron de color su paso, entre aplausos.

La Amargura es de las hermandades de la Semana Santa de Jaén que siempre emocionan, al poner en la calle dos altares que caminan manifestando la fe de cada hermano de luz, de los costaleros y músicos.