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Julio Millán: "Aquí no se ha perseguido a nadie"

El alcalde acusa a los sindicatos de "una pelea más política que sindical” en Onda Jaén y de consentir otras “barbaridades” laborales en los últimos años

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  • María Cantos, Julio Millán y Carlos Alberca, durante su comparecencia de este miércoles -

El alcalde de Jaén, Julio Millán, abrió ayer el nuevo curso político presumiendo de la “capacidad de gestión” y la “confianza generada” en los 15 meses de mandato del gobierno de PSOE y Cs. Acompañado de la segunda teniente de alcalde, María Cantos (Cs) y del edil de Personal, Carlos Alberca, Millán dedicó buena parte de su intervención al tema más espinoso que le ha tocado lidiar en el último año: el cierre de Onda Jaén y el despido de 50 trabajadores, que ha provocado a su vez un agrio enfrentamiento entre el gobierno local y las centrales sindicales. Lejos de rectificar, como le pidieron el martes  CCOO, CSIF y UGT, Julio Millán se reafirmó en sus declaraciones a VIVA JAÉN el pasado lunes, donde acusaba a los sindicatos de tener parte de responsabilidad de la situación que vive el Ayuntamiento, sobre todo en la parcela económica. “Este Ayuntamiento no ha echado a nadie a la calle”, indicó el regidor, tras reiterar que el  gobierno local ofreció a los 50 empleados de Onda Jaén “condiciones muy ventajosas” para no llegar al ERE. Se ofrecieron recolocaciones, bajas incentivadas (con hasta 30 días por año trabajado) y hasta prejubilaciones a los mayores de 53 años.

El alcalde jiennense defendió  el “interés general” en el cierre de Onda Jaén, una decisión, añadió,   motivada por “la mala gestión de los anteriores equipos de gobierno”.   “Por supuesto que no hemos perseguido a nadie”, recalcó Millán durante su comparecencia. Y para sustentar esa afirmación aludió al archivo de la denuncia que los ya extrabajadores de Onda Jaén presentaron contra varios miembros del equipo de gobierno, y también de la demanda por vulneración de derechos fundamentales que se dirigió a él mismo. Millán se mostró convencido de que la postura que los sindicatos han tenido en el conflicto de Onda Jaén “ha sido más una pelea política que una negociación sindical”. “Ya me hubiera gustado a mí que esa actitud sindical la hubieran tenido, aunque hubiera sido al 30%, con las barbaridades que hemos visto hacer en el Ayuntamiento en los últimos años. Seguramente, la gestión de los servicios públicos no sería la que nos hemos encontrado”, reflexionó el alcalde en voz alta. Millán no precisó esas “barbaridades” que habrían consentido los sindicatos, pero fuentes del equipo de gobierno apuntaron más tarde temas como las exigencias de complementos inasumibles, la negociación sobre la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) o su postura en otros servicios  o concesionarias. Millán invitó a los sindicatos a reflexionar. “Nadie tiene la culpa en exclusiva, pero debemos hacer autocríticas entre todos. Debemos ser conscientes de que todos los que formamos parte de esta casa (Ayuntamiento) somos servidores públicos, y si todos asumimos ese rol nos irá mucho mejor”, afirmó el alcalde. Millán manifestó el miércoles en VIVA JAÉN que los sindicatos “tendrán la oportunidad de demostrar llo que dicen en las próximas semanas”.

Ayer, el concejal de Personal, Carlos Alberca, precisó que en breve se retomará la negociación sobre la RPT, que sin duda medirá la salud del diálogo social en el Ayuntamiento. Alberca, de quien el alcalde lamentó haber sido objeto de “acusaciones gravísimas” durante su negociación con el ERE de Onda Jaén, lamentó  ayer  el “resultado inesperadamente negativo” de las distintas reuniones. “Cuando este Ayuntamiento ofrece un plan de acompañamiento social es porque tiene voluntad de reducir o atenuar los efectos negativos del ERE y reubicar a los trabajadores en puestos que son necesarios para la gestión de la ciudad”, dijo el edil de Personal, que admitió sentirse sorprendido de que los representantes sindicales “se negasen a llegar a un acuerdo en el que cabía la reubicación del 100% de los afectados”. Un plan, indicó, que solo tenía las premisas del “respeto a la igualdad con el resto de los trabajadores y a la legalidad”. Y desveló que el principal escollo para los representantes sindicales era su negativa a perder un complemento que se les creó, “a todas luces injusto, de tipo personal transitorio, que disfrutaban 25 trabajadores y que no era otra cosa que el coste que asumía el Ayuntamiento para equiparar personal que no tenía la titulación como licenciado para que cobrase como tal, en algunos casos teniendo un graduado escolar”, dijo. Añadió que es les ofreció la posibilidad de reubicarse en categorías similares a las suyas y negó   que se les retirase la antigüedad.

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