El Pleno municipal ha aprobado la modificación de las normas urbanísticas vinculadas a la protección del patrimonio arquitectónico, una medida que según el Gobierno local trata de
“favorecer la llegada de nuevas inversiones y avanzar en la regeneración” del centro histórico de la ciudad.
Esta modificación del PGOU ha sido respaldada por PSOE, PP, Ciudadanos y el concejal de IU Raúl Ruiz-Berdejo. La concejal de Podemos Rocío Monedero se ha abstenido y Kika González, de Ganemos, ha votado en contra.
Según el
teniente de alcaldesa de Urbanismo, Infraestructuras y Medio Ambiente, José Antonio Díaz, con esta iniciativa el Ayuntamiento da “un paso importante” en su “estrategia” de contribuir a la “regeneración” del centro, facilitando además “la llegada de inversiones que se traduzcan en empleo y actividad económica”.
Así, “mediante la aplicación de un novedoso procedimiento”
se facilitará “un conocimiento más profundo de cada edificio”. Al mismo tiempo, se va a simplificar el trámite de concesión de las licencias y se eliminarán “posibles interpretaciones e incertidumbres” a la hora de actuar en las fincas protegidas.
El nuevo procedimiento de actualización de la ficha de catálogo se llevará a cabo desde la Delegación de Urbanismo, que incorporará un
anexo complementario a la ficha de cada finca en cuestión, de oficio o a instancias de los interesados que quieran conocer de forma más exhaustiva la forma de intervenir en la edificación sin alterar su nivel de protección asignado.
Se va a permitir igualmente la utilización de
nuevos materiales que aportan “más calidad y durabilidad” a las intervenciones, aunque siempre siguiendo unos determinados
criterios estéticos, siguiendo así lo dispuesto en la nueva legislación urbanística andaluza.
La modificación del PGOU surge “de la necesidad de agilizar y proteger el patrimonio”, actualizando las fichas del catálogo histórico-artístico “con la finalidad de incentivar la acción inversora del tejido empresarial en materia de rehabilitación”.