Carpintero puso su cargo a disposición de los mandatarios algecireños el pasado lunes mediante un escrito interno en el que también se detallaban aspectos relacionados con la actual situación del bloque, que se encuentra en la parte baja de la clasificación.
El grupo que encabeza Mario Porras consideró, tras una ronda de contactos entre sus miembros, que el cambio en el banquillo puede supone el revulsivo que necesita el plantel de Segunda Nacional para remontar el vuelo. Al mismo tiempo, la junta directiva del Ciudad de Algeciras no dudó en llamar a Sebastián García para sustituir a Ricardo Carpintero, ya que fue el entrenador que dirigió a ese equipo la pasada temporada.
Mario Porras expresó públicamente su agradecimiento a Ricardo Carpintero por el esfuerzo realizado. “Es un hombre de la casa que siempre tendrá abiertas las puertas del club y que, de hecho, seguirá perteneciendo al club. El acuerdo con él es total, no hay ningún problema, al igual que con Sebastián García, que afronta el reto con ilusión porque son jugadores que ya conoce y sabe que en la actual situación económica tampoco se pueden traer refuerzos”, señaló.
El ya ex-técnico del Ciudad de Algeciras, Ricardo Carpintero, confesó que una de las razones que le han llevado a dejar su cargo es que “quería descansar”. Abandona el club con el deseo de que su ya ex equipo salga adelante de la mano de Sebastián García, quien admite que le agrada la idea de ayudar a su equipo del año pasado.
Carpintero afirmó que al Ciudad de Algeciras le hacía falta un revulsivo. “He preferido macharme porque creo que es un buen momento para que otra persona intente hacerlo mejor. Durante estas últimas semanas he vivido la parte más conflictiva de mi vida personal”, explicó el ya ex entrenador del conjunto de balonmano.
“Se puede remontar. He querido ser honrado y honesto y pensar que se puede hacer adelante, pero con otra persona en el banquillo. Chano se merece toda la suerte del mundo para que las cosas le salgan bien”, añadió Carpintero, que agradece a la directiva la confianza depositada en su trabajo. “El presidente ha insistido, pero no tengo ni ánimo, ni fuerza”.
Por su parte, Sebastián García no promete milagros, “sino trabajo y más trabajo con un equipo que ya conozco”. “La gente debe tener claro que no sé más que Ricardo Carpintero, que ha sido un maestro, pero a lo mejor mi carácter puede aportar algo más. El equipo está confeccionado para mantenerse y lo puede conseguir”.
“Quizás el problema resida en la tensión porque antes éramos un equipo de amigos, con todos los respetos, y ese equipo de Segunda representa ahora a la primera plantilla del club”, finalizó.
