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Paco Cepero: "A Lola Flores la palabra artista se le quedaba corta"

Ambos nacieron en el mismo barrio, pero se conocieron en Madrid, y fue uno de los guitarristas que la acompañó en el escenario

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  • Paco Cepero -

El jerezano Paco Cepero, uno de los guitarristas que acompañaron en el escenario y fuera de los focos a Lola Flores, cree que a ella "la palabra artista se le quedaba corta".
"Ha sido la más grande, una artista que te erizaba la piel. Estando con ella ya te ponía en erupción: era un temperamento, un gracejo especial"
A punto de cumplir 81 años, Paco Cepero vive en el barrio de San Miguel, el mismo en el que nació la Faraona.

Pero ambos se conocieron en Madrid, adonde el guitarrista se trasladó muy joven para desarrollar su carrera, como años antes hizo Lola Flores y como en aquella época hacían todos los flamencos que querían comer del arte.

Cepero fue muchas noches a la casa familiar de Lola Flores, Antonio el Pescaílla y sus hijos Lolita, Antonio y Rosario, en la madrileña calle de María de Molina, en la que se celebraban continuas y memorables fiestas, y también a "Caripé", el tablao que montó la artista en la capital.

Compartió con ella escenario y compuso para ella y para sus hijos canciones como "Apuesta por el amor", que cantaban "Amor, amor", que impulsó la carrera de Lolita, o "Libre", uno de los primeros éxitos de Antonio.

Paco Cepero fue así testigo de cómo Lola Flores fue una artista y una persona "irrepetible", como tocada -dice- por una varita mágica.

"Ha sido la más grande, una artista que te erizaba la piel. Estando con ella ya te ponía en erupción: era un temperamento, un gracejo especial", dice el guitarrista en una entrevista con EFE.

Cuenta que en el escenario "vibraba". "Cuando la escuchaba, la veía moverse por el escenario, con el abanico, pegaba dos patadas a la cola y te erizaba la piel, te ponía en erupción" como un volcán, añade.

Cepero recuerda que, "como todos los grandes artistas", Lola Flores era una persona sencilla, muy entrañable, muy generosa, ayudaba a todo el que le pedía ayuda. Yo no puedo hablar de Lola nada más que parabienes".

El guitarrista confiesa que él era uno de sus millones de "fans": "Era una artista irrepetible, única. Se cumple el centenario, pero ella tenía que haber sido eterna".

A una mujer con su fuerza "el apelativo de artista se le quedó corto".

En contra de la leyenda, desmentida, de que en 1951 una reseña de un periódico norteamericano (pudiera ser en The New York Times) decía de ella: "No canta ni baila, pero no se la pierdan", el guitarrista asegura que Lola Flores "cantaba muy bien, bailaba muy bien y era una grandísima actriz, una artista completísima", que además tenía una fuerza que no se aprende

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