El abogado Fernando Osuna, titular del bufete que lleva el caso de las afectadas de Agreal, manifestó en días pasados su malestar ante “las contradicciones” que observa entre los argumentos de las sentencias favorables al laboratorio Sanofi, que sintetizó el medicamento, y la ratificada por la Audiencia Provincial en la que se da la razón a las afectadas.
Osuna hizo hincapié en que “como puede comprobarse, los argumentos contenidos en los fundamentos de derecho de estas tres sentencias -en los que se vieron implicadas 127, 90 y 70 mujeres, respectivamente- son radicalmente opuestos y contradictorios con los de la sentencia favorable a las afectadas y apelada dos veces por Sanofi, que se refiere a un grupo de 18 afectadas”, lo que ha llevado al letrado a preguntarse: “¿Qué pasa con el caso Agreal?”.
En lo que se refiere a la sentencia ganada por el bufete, dada por el Juzgado de Primera Instancia número 12 de Barcelona, se declaró que el Agreal “es un producto defectuoso, deficiente, con arreglo a la normativa vigente, sobre todo la relativa a los consumidores y pacientes”. Asimismo, en dicha sentencia se considera demostrado que produce “efectos extrapiramidales -temblores, movimientos involuntarios, discinesias, parkinson, etc.”.
Por último, en la resolución judicial se indica, en base a datos periciales, que este medicamento crea situaciones de “adicción o dependencia”. Todo ello se logró, tal y como explicó Osuna, “sin que las demandantes pudiesen, por sus limitaciones económicas, traer a médicos especialistas en neurología, medicina interna, psiquiatría...”, por lo que tuvieron que hacer frente al proceso con “médicos generales como peritos judiciales”, afirmó Osuna.
En este caso particular, pese al reconocimiento de lo nocivo del fármaco, sólo tres de las denuncias fueron estimadas, y el resto rechazadas. “Hay que tener en cuenta”, explicó Osuna, “que muchos centros sanitarios y médicos no han querido colaborar en facilitar a las afectadas sus historiales e informes médicos por temor a que pudieran tener complicaciones con la justicia”, por lo que ha habido que acudir “a requerimientos escritos para que los médicos facilitasen las historias”.
Esta primera sentencia fue confirmada por la Audiencia Provincial de Barcelona después del recurso presentado por el laboratorio. Ahora, Sanofi ha vuelto a recurrir, esta vez ante el Tribunal Supremo, el caso se encuentra “pendiente de ser admitida o no su tramitación”, explicó Osuna.
Derrotas
Con respecto a las sentencias ganadas por Sanofi, en la que afectaba a 90 mujeres, Osuna observó que “contradice los argumentos de la anterior sentencia, a pesar de ser estos más razonables, objetivos y conformes a derecho”.
Esta última sentencia no reconoce la relación causa-efecto entre el consumo del fármaco y los síntomas señalados “ya que debería haberse aportado la historia clínica, prescripción por facultativo, pauta de tratamiento, duración, seguimiento, interacción con otros fármacos”, lo que desde el punto de vista de Osuna “viene a pedir una prueba en ocasiones diabólica e innecesaria”. En este sentido, afirmaba que “resulta ridículo exigirle la prescripción del facultativo, cuando los propios médicos están certificando que ha estado sometida a dicho tratamiento”.
Afectadas
En el Campo de Gibraltar, hay al menos cuatro mujeres que están sufriendo los síntomas supuestamente relacionados con el Agreal. Una de ellas reside en Algeciras, dos en La Línea y otra más, en Los Barrios.
EL FARO INFORMACIÓN contactó ayer con Asunción del Río, afectada de La Línea quien confesó que “la alergia que me ha provocado el fármaco va cada día a pesar de los tratamientos alternativos”. No obstante, la mujer se declaró “dispuesta” a seguir peleando en los tribunales.
Asunción y su cuñada Mariluz tomaron parte, el pasado mes de mayo, en una asamblea celebrada en Madrid en la que el abogado y las afectadas hicieron recopilación de lo ocurrido hasta ahora, si bien destacó que “desde entonces, no hemos recibido novedades”.