La Fundación Amancio Ortega creó en 2010 un programa de becas con el objetivo de apoyar a jóvenes, pero, sobre todo, brillantes estudiantes de 4º de la ESO para cursar 1º de Bachillerato en Canadá o Estados Unidos. Cada año concede 450 becas y una de ellas ha correspondido en esta ocasión a un alumno jerezano, Roberto Gómez Robles, de 15 años, que estudia actualmente en el IES Álvar Núñez.
Para lograrlo debía cumplir dos requisitos: el primero, poseer un expediente académico excelente -lo es: el pasado curso lo culminó con una media de sobresaliente en todas las asignaturas, tal y como ha vuelto a repetir en el primer trimestre del presente-; el segundo, superar dos pruebas frente al “tribunal” de la Fundación Amancio Ortega.
En la primera, que tuvo que realizar en Sevilla, además de la evaluación de su expediente, fue sometido a un examen de inglés con prueba de speaking (para ver cómo conversaba con los demás), otra de reading (con correcciones sobre texto y responder a preguntas), un listening (a partir de fragmentos de audios), y un writing (dos textos, uno formado con palabras concretas y una redacción). En la segunda, por vídeo llamada, se sometió a una entrevista personal. “El objetivo era comprobar si estabas preparado para ir a Estados Unidos, tus motivaciones para participar en la experiencia, si estabas a gusto, qué actividades haces -practica artes marciales-, cómo es tu carácter, cómo gestionas tus emociones...”, relata Roberto vía telefónica con Viva Jerez.
En su casa han recibido la noticia con una gran alegría, empezando por sus padres, que admiten que están “asimilando” el hecho de que va a pasar un año entero lejos de casa, “pero muy contentos y orgullosos por él”, confiesa su madre Carmen, y “agradecidos” a la Fundación por haber seleccinado a su hijo y que pueda aprovechar esta oportunidad. Y Roberto, por supuesto, también: “Muy contento”, recalca, sobre todo porque llevaba tiempo planificando su presentación. “Tuvimos noticias de las becas hace tiempo”, comenta Carmen. “Como tiene un buen expediente académico nos comentaron que podíamos presentar la solicitud, así que lo hablamos y nos decidimos”.
La noticia ya ha circulado asimismo entre sus compañeros de clase, que también “están muy contentos”, así como sus profesores, y en especial su tutor, “que me ha dicho que está muy orgulloso de mí y encantado con esta oportunidad”.
Roberto está convencido de que va a ser “una experiencia inolvidable, no sólo para mejorar mi inglés, sino para conocer nuevas culturas y vivir experiencias que aquí no puedes vivir”.
Eso sí, al dar el salto a Bachillerato tiene que decantarse ya por una especialidad académica, aunque para eso tampoco tiene dudas: “Me decanto por la especialidad de Biología y Medicina, porque en el futuro quiero ser médico”. Dice que no le viene por tradición familiar, sino que lo ha tenido claro desde hace mucho, ya que le encanta la Biología, aunque fue una serie, La vida es así, la que le empujó a interesarse por el ámbito de la medicina.
De momento no conoce el lugar exacto de Estados Unidos en el que realizará sus estudios. Queda tiempo hasta agosto, que es cuando emprenderá el viaje, pero con la idea de terminar bachillerato al año siguiente en su centro, el Álvar Núñez, donde quiere mejorar su francés y seguir esforzándose para terminar el curso y, junto con la Selectividad, superar la nota de corte de Medicina, que es una de las más altas de los últimos años.
La cobertura de la beca
La beca de la que va a disfrutar ha sido creada para favorecer una inmersión completa de los seleccionados, ya que conviven con una familia y acuden a centros educativos locales, y cubre todos los servicios necesarios para realizar un curso escolar en el extranjero: viaje, tasas de escolarización y matrícula en un instituto público, alojamiento y manutención en una familia anfitriona, seguro médico y de accidentes...
