La alcaldesa, María José García-Pelayo, avanzó este miércoles en el transcurso de un encuentro con los medios coincidiendo con el final de año que en 2025 se tomarán “decisiones importantes” en cuestiones “que afectan y preocupan a los ciudadanos”, incidiendo en asuntos que suelen generar especial controversia, tales como el control de las viviendas de uso turístico o la apertura de superficies comerciales en festivos.
Sobre la primera de esas cuestiones, García-Pelayo mostró el propósito del Gobierno local de “iniciar la ordenación de las viviendas turísticas”, acudiendo para ello al Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) e impulsando una ordenanza específica. De este modo, una modificación puntual del PGOU “establecerá los requisitos” que deberá tener un inmueble para que pueda ser calificado como vivienda de uso turístico. En paralelo, una ordenanza fijará un porcentaje máximo de viviendas turísticas para cada sector o distrito de la ciudad. “Vamos a buscar un equilibrio entre las viviendas de uso residencial y las de uso turístico, pero no hay que ser radicales, porque las viviendas turísticas pueden ser una oportunidad para la ciudad si lo hacemos bien”, apuntó.
De igual modo, a lo largo del próximo ejercicio se espera disponer de los argumentos necesarios para trasladar a la Junta de Andalucía una “redefinición” de la declaración de Jerez como Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT), que es la herramienta en base a la cual se permite un mayor número de aperturas en jornadas festivas a los establecimientos que disponen de más de 300 metros cuadrados de superficie.
García-Pelayo recordó que ya “se está haciendo un estudio para que ver qué consecuencias tiene” esa declaración tanto en el comercio como en los propios trabajadores de este sector que incluye “una encuesta” a los sindicatos y los empleados y que servirá “de base” para argumentar ante la Administración autonómica. Hay que advertir a este respecto que tanto el Ayuntamiento como el propio sector defienden que esa declaración afecte únicamente al centro de la ciudad, lo que evitaría las aperturas masivas en festivos de las superficies comerciales que se encuentren en la periferia.
En 2025 también entrarán en vigor la nueva ordenanza reguladora de la Feria del Caballo y la ordenanza que vendrá igualmente a acotar la celebración de zambombas. En este paquete de normas que deben ponerse en marcha en los próximos meses se encuentra también el Plan de Energías Renovables, que entre otras cosas tratará de proteger al viñedo del impacto de las plantas solares y eólicas.
Los grandes retos para el año nuevo
Más allá de estas cuestiones, que pueden ser las más novedosas de cuantas se expusieron ante los medios, García-Pelayo reconoció que “el primer gran reto” del Gobierno local para este próximo ejercicio no es otro que el de dotar al Ayuntamiento de un presupuesto municipal, ya que el actual es el prorrogado de 2022.
También habló de ampliar en un millón de euros el contrato con la empresa concesionaria del servicio de mantenimiento de parques y jardines, lo que permitirá ampliar su personal y ámbito de actuación. En materia de servicios habrá que prestar atención a la llegada de 25 nuevos autobuses, una vez adjudicado el contrato de renting. Está previsto que a lo largo del mes de enero se firme la documentación necesaria para que la concesionaria pueda iniciar la fabricación de esos vehículos.
No menos importante es la ampliación del contrato de limpieza en 2,4 millones de euros, lo que permitirá dotar al servicio de más personal y maquinaria. Ya en este mismo ejercicio el contrato había sido ampliado en 2,5 millones para dar cobertura a todos los eventos que se celebran a lo largo del año. El alumbrado público es otra de las cuestiones que pretende ser mejorada a lo largo del nuevo ejercicio.
García-Pelayo adelantó en otro orden de cosas que en breve se licitará la instalación de placas solares en dependencias municipales, afectando inicialmente a las cubiertas del palacio de los deportes de Chapín, la Jefatura de la Policía Local y la estación de autobuses. El objetivo no es otro que el de trabajar en una ciudad “más sostenible” y “abaratar el coste de la energía” para el propio Ayuntamiento.
En esta línea, la alcaldesa prevé aprobar en los próximos meses el primer Plan del Cambio Climático de Jerez, que traerá consigo “la implantación” de la ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que tendrá que ir a Pleno. Tal y como ya se había comentado, esa ZBE no incluirá nuevas restricciones, pero sí contempla “una medición exhaustiva” de la calidad del aire. De ello va a depender en buena medida la aplicación de restricciones de tráfico más severas.
El Gobierno local va a desarrollar además un nuevo proyecto de refuerzo del asfaltado –lo que popularmente se conoce como marea negra-, que estará dotado en este caso con un presupuesto de 590.000 euros. Entre los retos puestos sobre la mesa por García-Pelayo se encuentra también la recuperación de planes de empleo, a través de los programas de la Junta Andalucía Activa y Empléate, que permitirán la incorporación de 34 personas en el mes de enero que se constituirán a su vez en cuadrillas para el mantenimiento de la ciudad, ocupándose una de ellas de la zona rural.
El nuevo año va a ser clave para el desarrollo de la candidatura de Jerez a la capitalidad cultural europea de 2031, toda vez que en 2026 se hará el primer corte que dejará en la carrera únicamente a dos ciudades. A lo largo del mes de enero está previsto que empiece a funcionar la Oficina de la Capitalidad en el Tabanco del Duque donde, tras subsanar algunas deficiencias que se habían detectado en la obra, se está procediendo ya a la adjudicación del mobiliario y del equipo informático. La oficina que contará con un técnico de la UCA, otro de la Cámara de Comercio y otros dos más del propio Ayuntamiento de Jerez.
