Lourdes Pacheco tiene rasguños en toda la pierna y ha tenido que echarse la inyección del tétano tras quedar atrapada de rodilla para abajo en una pocetilla en mal estado cerca de la Plaza Algodonales, en La Granja, pero lo que peor lleva es la imagen en su cabeza de lo que podría haber pasado si hubiera tropezado con su hija de siete meses en brazos que llevaba en el carrito o el accidentado hubiera sido su otro hijo de 7 años o su madre. que fueron testigos de este susto.
Eran las nueve y media de la noche y como cualquier día esta vecina de Jerez hacía el trayecto hasta la calle Joan Miró que le obligaba a pasar por la zona donde se encuentra una de la muchas pocetillas que en estos momentos está en mal estado y con la arqueta levantada. Se da la circunstancia de que justo una semana antes su padre había llamado de nuevo al Ayuntamiento para pedir que vinieran a arreglarla. Nunca fueron. “Mi padre les explicó que estaba en uno de los laterales de la Plaza Algodonales, cerca de un bar, pero ellos pedían ubicación exacta y nombre del sitio, no sé qué más indicación querían, y no vinieron a arreglarla”, se queja esta joven. Y es que los vecinos llevan en vano desde Semana Santa dando avisos al Ayuntamiento para que acudan.
Ahora una semana después todavía se lleva las manos a la cabeza. “No podía salir, me tuvieron que tirar de los brazos y sacarme entre mi madre y un hombre que salió del bar, desde donde llamaron a la Policía Local y de tirar tengo la pierna llena de arañazos. ¿Qué hubiera pasado si se me cae dentro mi niño de 7 años, o llevo a la niña en brazos, o si a la que le pasa es a mi madre?”, se queja, sin contar con lo desagradable que fue salir con la pierna embarrada de los desechos que había en el interior del desagüe.
Ahora, está acotada y señalizada con vallas de la Policía Local, pero Lourdes no está dispuesta a que esta imprudencia se quede sin consecuencias y ya se está asesorando con un abogado para seguir adelante con el proceso. Tiene claro que son los responsables de su caída por mantener esa pocetilla en ese estado y obviar los avisos de los vecinos. Hace un tiempo a otra compañera de trabajo le pasó lo mismo con su hijo pequeño, por lo que Lourdes lo tiene claro: va a seguir hasta el final, indignada porque estas situaciones sigan ocurriendo a estas alturas.
Se podría haber evitado
Casualmente a su compañera de trabajo Pilar le pasó lo mismo hace varios años. Afortunadamente también todo quedó en un susto pero su caso fue también aparatoso, ya que hasta la calle Ceus, en el entorno de Hipercor tuvieron que trasladarse los mismísimos bomberos para sacar a su hijo de cinco años. En su caso la poceta estaba tapada con tablones de madera y el pequeño empezó a jugar a hacer malabarismo, hundiéndose uno de los tablones y quedando la pierna del pequeño atrapada en el interior y él sentado en el suelo literalmente.
Tras tranquilizarles y armase un revuelo considerable entre vecinos, agentes de la Policía Local y bomberos, estos últimos lograron sacar al pequeño, que fue trasladado al Hospital para tratar el hematoma que sufría en una pierna por la presión pero que no tuvo mayores consecuencias. Denunció el caso en la Jefatura del 092, “más que nada para que la arreglaran y eso no le pasara a más gente” y lo tiene claro, si a su hijo le pasa algo “hubiera ido a los juzgados”. Afortunadamente no fue necesario, pero no siempre estos percances derivan sólo en sustos. En Jerez hay demasiadas pocetillas como las de La Granja.