Una clavícula rota, fractura de pierna, contusiones...el balance de las consecuencias de las caídas de vecinos del entorno de Palos Blancos puede ser tan aparatoso como los otros tantos tropiezos que han tenido otros transeúntes por culpa del acerado levantado por las raíces de los árboles. Al menos dos personas, en los dos casos mujeres, que todavía tienen secuelas de estos batacazos han llevado el caso a los juzgados para exigir responsabilidades al Ayuntamiento. Las dos, África y María, acabaron en el suelo cuando se dirigían a su trabajo y han precisado tratamiento médico, sin contar con otros casos de personas que a la asociación de vecinos se le escapa o caídas que no han terminado en lesiones. Lo peor de todo y que ellas han alegado en sendas denuncias, es que el colectivo vecinal ya había advertido de los “puntos negros” que tenía este barrio,los cuales incluso llegaron a señalizar con enormes carteles fluorescentes en los propios árboles. De eso ha pasado más de un año, y “la lista de espera” debe ser de tal grosor que los operarios de Infraestructuras siguen sin dejarse caer por la zona. Al menos así se lo trasladó la delegada de Infraestructuras, María José Rúa, en una conversación informal a la junta directiva de la asociación de vecinos, que tiene claro que cuando se trata de barreras arquitectónicas de este calibre al que se exponen niños y personas mayores el Consistorio tiene que dar prioridad y ordenar su reposición.
cansados de remitir escritos
Tras remitir escritos reclamando este arreglo hace dos años, un segundo hace 15 meses y el último hace apenas un mes, los vecinos sólo han conseguido que les reparen uno. Todavía quedan cinco: uno en la Avenida de Espera, delante de la urbanización Los Rosales, tres en las calle Antares, y un quinto en la calle Cabo de Peña. “Hemos visto que en otros puntos de Jerez hay avenidas enteras con este problema y se han hecho actuaciones puntuales y se han arreglado, pero aquí hace dos años se arregló uno de estos puntos y ya nunca más; no sabemos que más tiene que pasar para que nos hagan caso, cuando ya hay quien les ha llevado a los juzgados”, se quejan desde la asociación de vecinos.
Eso sí, para evitar más caídas, los vecinos han recurrido para señalizarlo a las vallas que Diputación colocó por la zona para delimitar el itinerario de la Vuelta Ciclista hace dos semanas, recordando a modo de reivindicación que siguen en “lista de espera” y, lo que es peor aún, sin conocer el “puesto” en el que se encuentra su solicitud registrada.