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Jerez

“Refinanciar la deuda a largo plazo es vital, porque primero están los ciudadanos”

“Sobre el Villamarta se ha planteado la creación de un nuevo ente para gestionarlo. Lo dudo, pero hay técnicos que defienden esta opción” | “Está demostrado que gestionar la limpieza viaria sale más barato, pero ahora mismo no hay liquidez para asumir la plantilla”

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Ayer se cumplieron ocho meses desde la toma de posesión de la Corporación Municipal, que lo son también de un equipo de Gobierno en minoría plagado de debutantes y que ha tenido que apoyarse constantemente en el departamento técnico del Ayuntamiento para afrontar un día a día sacudido por las dificultades financieras del propio ente y los retos diarios, que son los que miden las aspiraciones políticas del ejecutivo con las realidades de una ciudad que siempre suele mantener diferentes frentes abiertos. De ellos hablamos con la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez.

Decía Alfonso Perales que cada día tiene su afán, ¿lo tiene presente cada mañana o el hecho de no avanzar en determinadas cuestiones impide hacerlo?
—La verdad es que la frase es una filosofía de vida que yo misma me planteo. Los retos hay que tenerlos en cuenta con perspectiva de futuro, pero hay que ir viéndolos en el día a día. Yo además soy una de las que repito mucho esa frase.

¿Qué destacaría de sus ocho meses de gobierno o en qué cree que ha cambiado la ciudad para bien en estos 8 meses?
—Creo que se le ha dado un criterio de serenidad, de ponerle soluciones a los problemas con realismo, transparencia y sensatez. La gente me dice que el carácter que yo tengo de tranquilidad y reflexión se va aplicando y se ve en Jerez. Hay que dar mucha racionalidad, mucho criterio, analizar las cosas desde una vertiente más objetiva. A veces te gustaría que las cosas fuesen de otra forma, pero cuando las analizas ves que tienen que ser de ésa. Lo que no puede ser es que la cosa venga de una forma y se la queramos vender de otra a los ciudadanos.

¿Se siente perseguida por la frase que tanto le recuerda el PP de que no es posible gobernar con siete concejales?
—Es que es muy simple. Cuando yo me veo que hay dos partidos políticos, como IU y Ganemos, que dicen que en la investidura iban a votar al PSOE, a los concejales del PSOE sólo les quedaba una opción, votar lógicamente al PSOE, ya que la otra opción hubiese sido votar al PP y eso era difícil. Nosotros intentamos en todo momento que la negociación no fuese sólo para lograr la investidura, sino para formar gobierno y la gobernabilidad la tenemos, pero es verdad que el número de concejales que tenemos es el que es. Lo que sí digo es que es posible gobernar con siete, aunque con muchísimo trabajo como se puede comprender. ¿Estaríamos más tranquilos si fuésemos más? La verdad es que el trabajo sería más compartido, pero se está demostrando que es posible, porque hay un equipo de hombres y mujeres entregados a este trabajo.

Sin embargo, esta semana han reforzado el macroárea de Laura Álvarez, ¿no evidencia la necesidad de contar con un equipo más amplio?
—Es una forma de asumir un tema de técnicos. Los áreas están muy cargadas de trabajo y ésta muy especialmente, ya que Laura Álvarez lleva asimismo todos los temas de pleno, de comisiones de gobierno... y ella tenía pensado una figura de persona que pudiese coordinar sus delegaciones. Ha encontrado el perfil en la actual directora de Recursos Humanos y tenemos que buscar ahora otro perfil para que la supla. Se le ha planteado, y a ella por su perfil político, le gusta.

¿Ha pensado en remodelar el equipo de gobierno, en hacer una redistribución de áreas al menos tras la experiencia acumulada?
—El gobierno funciona bien, pero es verdad que acumula muchas delegaciones. Hemos intentado que el reparto sea coherente. El otro día hablábamos de determinadas áreas que a lo mejor tenían que estar juntas y no lo están, pero eso sobre la marcha se puede ir haciendo. Trabajamos en equipo, y ya cuando hicimos el gobierno lo estructuramos de una manera que ha permitido funcionar, pero obviamente no es lo mismo llevar dos delegaciones que llevar seis. Y por otro lado, en cuanto a la movilidad dentro del Ayuntamiento, le tengo que decir que se siguen produciendo cambios, ya que nosotros lo que hemos hecho es ver cómo se estaba funcionando y si hemos tenido que cambiar a personas de una delegación a otra se ha hecho, pero son cosas que se producen casi todos los meses. Se ha cambiado gente en Deportes, en Juventud... y en función del resultado se mantiene o se sigue cambiando. Creemos que hay que reforzar determinadas áreas con técnicos en las delegaciones, y eso se hace mensualmente sin que se produzcan titulares.

Los grupos de la oposición le reclaman mayor decisión, y hasta el PP añade que se está llegando a la parálisis por el análisis. El caso es que usted lamentaba hace unos días la paralización o ralentización administrativa. ¿Hay frustración en el gobierno local? 
—El problema es que las cosas no pueden ir más rápidas. Esta semana, precisamente, he tenido una reunión con todos los alcaldes de la Mancomunidad de la Bahía, y estamos intentando que nos pueda servir para algo. Se va a empezar un procedimiento para ver cómo son los trámites administrativos, de concesiones de licencias y demás, en cada ayuntamiento para ver cómo funciona. Y comentaba el alcalde de Rota su preocupación porque los técnicos no le firman los documentos, y eso está pasando en todos los sitios, porque hay muchas leyes y las interpretaciones de esas leyes las vemos en los juzgados, por lo que necesitamos un criterio para establecer que estas licencias se dan en estos casos y no en otros, incluso formación en nuestros técnicos. Y eso lo estamos viviendo. Esa paralización sí se produce, y quien lo sufre es el ciudadano. El otro día vino a verme un ciudadano que me contó que lleva cuatro años a que le den una licencia, y eso supone privar a una persona de crear empleo o poder hacer sus cosas, y esa realidad se está dando en Jerez y en otros lugares. Nos tenemos que enfrentar a esa paralización porque es verdad que existe. Y cuando el técnico te diga que eso no lo puedes hacer así, tendrás que buscar la fórmula para saber cómo hacerlo. Y eso en definitiva paraliza. Esto no pasaba hace unos años, porque nadie temía a un reparo en intervención, y hoy día si no se tiene en cuenta ese reparo te pueden llevar al juzgado, y eso lo sabes cuando gobiernas y lo ves. 

Una de las cuestiones en las que le reclaman resultados más inmediatos es en la de la reincorporación de los afectados del ERE, pero ¿entiende que sería un fracaso no cumplir con una promesa que parece haberse complicado en las últimas semanas?
—Creo que partimos de una injusticia, que fue el despido de unos trabajadores y la forma en la que se les despidió. La clave es que aquí tenían que haber resuelto nulo ese despido. Después se ha visto que la mayoría de los despidos eran improcedentes y durante la campaña, todos los partidos, excepto el PP, dijimos que se podrían reincorporar, porque un despido improcedente te dice que indemnización o readmisión. Cuando formulamos eso, todavía ni siquiera se habían producido los juicios orales. Cuando tienen lugar, resulta que cierra la opción para que sólo fuese indemnización. De eso no teníamos constancia, porque además toda la documentación la llevaba una empresa externa. Yo me reuní con los abogados de los afectados y vimos qué fórmulas había para la readmisión, y todos dijeron que la transacción. Pero nadie cerró esto hasta que alguien estudia la sentencia y se da cuenta que eso está muy cerrado. Voluntad política hay, toda la del mundo. Hacer los esfuerzos económicos posibles por parte del Ayuntamiento, todos los del mundo, porque creo que es una injusticia. El único tema es que esa sentencia tiene que venir avalada por otra sentencia, y es el camino que estamos haciendo. Se ha escrito carta al presidente del TSJA para que nos dé tiempo para poder hacerlo y ver si es posible que nos homologue la situación, porque sin el respaldo de un juez al final de nada va a servir ni que firme el trabajador ni el gobierno, ya que se puede interpretar que se está cometiendo un delito. Estamos haciendo informes de todo tipo y dicen que es posible la transacción cuando venga avalado por un tribunal que le dé a esto carácter de sentencia. Lo que pasa es que no hay jurisprudencia, que es el primer ERE en una administración pública, y no podemos ver lo que ha hecho éste u otro ayuntamiento, y hasta las personas que estudian esto, es una aventura para ver cómo poder resolverlo. Ahora mismo no podemos hacer una transacción para que después un juez no te la homologue, porque sería correr un riesgo.

También ha apuntado la necesidad de negociar con los trabajadores las condiciones económicas de cara a una posible readmisión, ¿han avanzado algo en esa materia?
—Parece ser, y según los informes jurídicos, el coste de la reincorporación tiene que ser el mismo que el de la indemnización, que es de 4,5 millones de euros, pero el coste total se eleva después a 14 millones de euros, y ante esas circunstancias lo que digo es que hay que desprenderse de algo. Los afectados tienen que tener presente que ahora mismo con lo que cuentan es con una sentencia por despido improcedente que no les permite la reincorporación y sólo les da la liquidación. Queremos converger en el centro, ya que ahora mismo con esas sentencias no tienen derecho a un salario de tramitación. ¿Es difícil? Sí. ¿Vamos a agotar todas las vías? Por supuesto, porque hay una necesidad en el Ayuntamiento de determinadas áreas que no se están cubriendo, porque ese ERE se hizo mal y éstas son las consecuencias. 

Hasta la fecha, sólo el Ayuntamiento de Almería, de las grandes ciudades andaluzas, ha sacado adelante su presupuesto para 2016. Achacan la situación a la debilidad de los gobiernos en minoría que surgieron de las urnas, pero en su caso está condicionado a su vez por la necesidad de reformular el plan de ajuste, ¿qué propuesta van a trasladarle al Ministerio de Hacienda esta semana próxima?
—Hay que tener en cuenta que para hacer el presupuesto de 2016 antes tuvimos que hacer el de 2015, porque el PP con mayoría absoluta fue incapaz de hacerlo. Ahora entendemos el por qué, para no enfrentarse a un plan de ajuste que estaban incumpliendo. Por otro lado, hay que entender que Jerez es un ayuntamiento intervenido, aunque la gente no se lo crea. Desde el momento en que el ayuntamiento se acogió al plan de ajuste, dependes del Ministerio de Hacienda. Y aunque hayamos aprobado el presupuesto de 2015, todavía no hemos recibido el OK del Ministerio para empezar a hacer el de 2016. Y en eso estamos. Esta semana queremos que nos digan si hay algún reparo, porque al del ayuntamiento de El Puerto se lo han echado para atrás. En función de eso habrá que reajustar y hacer el presupuesto nuevo. Lo que sí hay es una cosa clara, el Ministerio tiene que ser sensible a la situación del ayuntamiento después de que el PP haya incumplido en todos estos años con el plan de ajuste. Ahora no nos pueden exigir que asumamos en un solo año la cadena de incumplimientos del PP en los años anteriores. Vamos a intentar cumplir, pero paulatinamente.
 

El PP ha dicho que el plan de ajuste es incumplible si no se logra una refinanciación de la deuda a 40 años, ¿ve posible negociar en esos términos?

—No sólo veo la opción, sino que ya he hablado con alcaldes de otras ciudades, y sinceramente, el plan de ajuste a partir del verano hay que pagar una cantidad excesiva a los bancos, y hay que tener presente si los ayuntamientos están para pagar a los bancos o para atender a sus ciudadanos. Hasta que esa deuda no se pueda refinanciar a más largo plazo, sólo generaremos ingresos para pagar a los bancos, y esa no tiene que ser la clave de un ayuntamiento, y el Estado lo tiene que entender, gobierne quien gobierne. Porque hay que atender las necesidades de los ciudadanos, y con nuestros presupuestos queremos contar con planes de empleo para darle oportunidades a los ciudadanos, queremos que nuestras barriadas estén buen atendidas, atender las necesidades sociales, hacer inversiones en los ciudadanos, no podemos estar aquí para pagar préstamos e intereses a los bancos. Y todo pasa por la refinanciación a largo tiempo. Primero, las necesidades de los ciudadanos.

¿Tienen ya avanzado si el futuro del Villamarta pasa por la absorción en otra fundación o lo aconsejable jurídicamente es la gestión directa?
—Estamos en reuniones técnicas, pero lo que hay que resaltar es que otra vez más Jerez se convierte en municipio pionero a causa de una ley de racionalización del PP. Sólo espero que con un próximo gobierno socialista se consiga la derogación de esa ley, porque no es normal que un gobierno se meta hasta en cómo gestionas el teatro de una ciudad. Aquí lo que ocurrió es que el anterior gobierno no hizo el plan de reequilibrio necesario para salvar la Fundación, y las opciones que quedaban eran disolverla o aguardar a la disolución automática el 1 de diciembre. Cuando nos enteramos en octubre, le dijimos al Ministerio que la cultura es un servicio esencial que se presta a los ciudadanos y necesitábamos mantener la Fundación. Para ello planteamos reequilibrar las cuentas a través de patrocinios y nos dijeron que era difícil pero que lo estudiarían; y nos han contestado que no a 20 de enero. La Fundación, pues, no se puede salvar, pero el teatro está ahí, está el edificio y la gestión cultural. Lo que pasa es que esta última, a través del Ayuntamiento, es bastante complicada; no hay más que ver la lentitud para mover un papel. Por tanto la fórmula que estudiamos es ver si es posible llevar esa gestión a través de otra fundación. Ahí están los técnicos y estamos avanzando, incluso esta semana nos hemos reunido con los de la Junta. Hay diversidad de criterios  y hemos abordado la posibilidad de la creación de un nuevo ente, porque se trata de una competencia sólo municipal. Lo dudo, pero hay técnicos que lo defienden. La otra opción que se está viendo es cambiar el objeto social de alguna de las otras dos fundaciones municipales para que lleve el teatro. Pero ante todo, insisto, la garantía de continuar con la actividad del teatro está garantizada. No es problema de actividad cultural, sino de gestión. A lo mejor, si nos sale una posibilidad, podremos incluso darle una mayor implicación al teatro de la mano del flamenco y de las industrias culturales.

Esta semana se ha logrado espantar uno de los principales temores de la ciudadanía, una huelga de basuras. ¿Dónde ha estado la clave?
—Hay varias. La primera es que nos hemos sentado las tres partes en la mesa de negociación, aunque fuese una cuestión entre empresa y trabajadores, ya que entiendo que es lo que exigía la ruptura de las relaciones. En este sentido, hay que resaltar que es la primera vez que se llega a un acuerdo de este tipo sin que el Ayuntamiento tenga que poner dinero, entre otras cosas porque no puede ser. A partir de ahí se han analizado los puntos de encuentro para avanzar en el posible acuerdo porque tampoco podíamos permitirnos que esto se eternizase. La segunda clave es que los trabajadores llegaron a la reunión con una nueva propuesta para la empresa. Y la tercera, la determinación de la empresa para sentarse a negociar. Nosotros corríamos el riesgo al involucrarnos en la reunión, pero teníamos que hacerle ver a la empresa la necesidad de hacer un esfuero al aceptar un acuerdo que era con coste exclusivo para ellos. Al final se ha logrado el consenso gracias a la generosidad de ambas partes. A los trabajadores, además, tengo que agradecerles su postura, porque han sido ejemplares a la hora de facilitar la posibilidad de llegar al acuerdo. En definitiva gana Jerez y la imagen de la ciudad, que ha desmotrado que a través del consenso somos capaces de llegar a acuerdos. A partir de ahora, a mí, como gobierno, lo que me interesa es que el servicio que se preste sea bueno, que los trabajadores se vean reconocidos en el trabajo que hacen, y creo que eso también le interesa a la empresa. Le hemos dicho a la empresa que le garantizamos que no vamos a bajarle la cantidad presupuestada, pese a que por ley nos obligan a reducir un 5% en el capítulo de gastos. Le hemos pagado a la concesionaria, y le podemos pagar todavía más con el plan de pago a proveedores, por lo que va a tener más liquidez. Una vez cerrado el acuerdo lo que queremos es sentarnos para reordenar el sistema de limpieza en la ciudad, ya que hay plazas que se riegan dos veces al día, y ese riego hace falta más en una barriada. Y en eso nos pueden ayudar los trabajadores que son los que hacen el día a día.  

¿Entra en sus planes replantear la remunicipalización del servicio de cara a 2019?
—Uno de los temas que hemos tratado esta semana desde la Mancomunidad de la Bahía es si podemos llevar la gestión de la limpieza de todas las ciudades. Lo que ocurre es que cada uno tiene sus concesionarias y a cada uno le cumple en fechas diferentes, o incluso están ya con el pliego para los próximos años. Es difícil, pero lo que está claramente demostrado es que la remunicipalización de la limpieza en las grandes ciudades sale más barata que tener concesionarias. Lo dicen todos los estudios. Cuál es el problema de Jerez, pues la liquidez para poder garantizar la nómina a esos trabajadores. Claro que somos partidarios de remunicipalizar la limpieza en Jerez, pero tenemos que garantizar la nómina de los trabajadores, y asegurarnos que habría que pasar de una nómina de 4 millones de euros al mes a posiblemente seis. Y ahora mismo no disponemos de esa liquidez para garantizar el pago. Todo dependerá de si nos refinancian los préstamos. Veremos en 2019 cómo estamos.

Cuando hicieron el balance de los primeros cien días hablaron de las casi 40 empresas que se habían interesado por invertir en Jerez. ¿Tienen datos actualizados y certezas de las que, efectivamente, piensan invertir en la ciudad?
—En breve se podrá anunciar alguna. Hay ya un hotel importante buscando lugar en el centro para instalarse. Hay otra casa palacio ya adquirida para un hotel de lujo, pero además quieren ampliar con la adquisición de otro inmueble próximo para hacerlo más grande. Hay proyectos más pequeños, que prevén la creación de unos 20 puestos de trabajo, de tipo industrial, relacionados con el mundo del calzado, del caballo... Hay también interés por instalar dos centros de formación. Los procesos son lentos, eso sí. Y las empresas vienen y hay que agilizar los trámites para las licencias de obras y de aperturas. Espero que todo vaya floreciendo. Es verdad que el movimiento se detecta en Jerez, y lo que no podemos es ahuyentar a los interesados con la sensación de que los procedimientos son largos, y es lo que pretendemos concienciar todos los días en el Ayuntamiento, porque la gente se desespera cuando ve que los procedimientos son largos. Vamos a crear una especie de oficina para atender a este tipo de inversores.

Ha impulsado un plan para definir el modelo de ciudad, ¿qué avances se han producido hasta ahora y cuáles son las sugerencias ciudadanas?
—Se está trabajando en las primeras conclusiones de todo lo recopilado y también de las entrevistas individuales que se han ido realizando a técnicos y representantes de sectores más concretos para profundizar. Cuando tengamos el borrador podremos de nuevo entrecruzar las ideas con todos los sectores, hayan participado o no, con los grupos de la oposición. No es un tema que se acabe en tres meses, pero que sí nos ayude a saber hacia dónde vamos para implementar y hacer políticas.

Lo que también deberán enfocarlo es para que no se acabe en 2019 si hay otro cambio de gobierno...
—A ver los planes estratégicos pueden ir modificándose en el tiempo en función de si algo no funciona, pero tenemos que fijar las bases para que la confluencia de administraciones públicas y privadas y demás podamos hacer los esfuerzos en una misma línea.

Uno de los hitos de su mandato es el del portal de transparencia. ¿Veremos publicada su agenda de reuniones, por ejemplo?
—No sé por qué no está. Es verdad que la agenda es muy movible. Pero no tengo ningún inconveniente. Yo creo que el portal es bastante bueno y que, además, se publican cosas que no están en otras webs municipales. Hay que ir enriqueciéndolo. Ahora vamos a ir publicando documentos que consideramos importantes, fundamentar argumentaciones, para que la gente entienda qué está pasando con algunos temas, como el Villamarta. También estamos atendiendo las modificaciones que nos plantean para mejorarlo. Nos falta además que se pongan las ELA para que sean a su vez transparentes.

Esta semana ha coincidido con la presidenta de la Junta, Susana Díaz, ¿aprovechó para trasladarle alguna inquietud?
—Me voy a ver pronto con ella. Está muy pendiente de Jerez, así me lo dijo, y yo le trasladé que sus consejerías se están portando y están respondiendo cada vez que requerimos algo. También ocurre con la Diputación. Cuando se necesita algo están ahí para atendernos. Jerez tiene  que estar abierta a la buena relación con las demás administraciones.

Tras el verano toca elegir la nueva dirección del partido, ¿el hecho de ocupar la alcaldía la predispone a optar a la secretaría general o no entra en sus planes?
—Como empezamos diciendo en esta entrevista, cada día tiene  su afán. Y mi afán ahora mismo está  en el día a día de Jerez.

O como diría Griñán, cuando lleguemos a ese puente cruzaremos ese río...
—Es que es verdad. La gestión municipal absorbe muchísimo y hay que estar en el corto para diseñar y en el largo para planificar. Ahora mismo sólo pienso en Jerez. No hay tiempo para plantearse otra cosa. Cuando llegue ese día ya hablaremos.

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