La Hermandad del Mayor Dolor está preparando una demanda civil por incumplimiento de contrato contra la empresa encargada de explotar su caseta tras dejarles presuntamente tirados el miércoles de Feria. Estos hechos le obligaron a buscar un plan B con otro casetero que tampoco funcionó, unas circunstancias que, sumadas a un robo en la mañana del jueves después de que la caseta se quedara sin vigilante de seguridad, fueron la gota que colmaron el vaso para que la hermandad clausurara la caseta en pleno Paseo Principal.
Como apunta a este periódico el hermano mayor de esta cofradía, Francisco Román, al que ahora le ha llegado que la empresa también va a denunciar a la hermandad, el tema es “delicado”, pero a su favor tienen que hay un contrato firmado entre ambas partes que la empresa “no ha cumplido” ni en lo referente al pago, ni a las contrataciones, las bodegas, entre otras cuestiones en las que prefiere no entrar. Un problema de fondo que subyace de esta polémica es que legalmente la propiedad de las casetas no se pueden alquilar, algo que en la práctica está permitido socialmente y por la propia Administración local.
Este episodio no es aislado ni mucho menos, y por ello partidos como Ciudadanos han pedido de cara al año que viene un mayor control en el arrendamiento de casetas para velar para que este tipo de desenlaces no vuelvan a enturbiar la imagen de la Feria.
