Las ONG ecologistas denuncian que la salud de los ciudadanos y el medio ambiente son quienes pagan las consecuencias de los desacuerdos, décadas de dejadez y falta de cooperación entre ambos gobiernos y piden que, de cara al próximo encuentro del Foro de Diálogo Tripartito se alcancen acuerdos reales que subsanen esta situación límite.
Es imprescindible reducir y regular las actividades industriales y portuarias en la zona, alegan los colectivos ecologistas, “para lo que es necesario acuerdos y coordinación entre España y Gibraltar”, lo que evitaría accidentes y minimizaría su impacto cuando se producen.
“Esta coyuntura de desacuerdo hace olvidar a las administraciones que su responsabilidad es proteger la salud de las personas que viven en el Campo de Gibraltar y su medio ambiente. Por tanto, también son responsables de la grave crisis que sufre la bahía de Algeciras y deben llegar a un acuerdo que la solucione”, declaraba ayer en rueda de prensa Sara del Río, responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace.
Contaminación
Recordaron los ecologistas que “Cepsa, Acerinox o Interquisa liberan anualmente miles de toneladas de sustancias tóxicas” al aire y agua de la bahía, lo que sumado a la “ausencia de tratamientos de aguas residuales” en la mayoría de municipios, repercute en la aparición de “numerosas afecciones y enfermedades” en sus habitantes e implica que la esperanza de vida “sea 20 veces menor al del resto de España”.
Los grupos ecologistas demandaron a las autoridades españolas la realización de un estudio epidemiológico con un estudio de causalidad, cosa que ya ha iniciado Gibraltar, aunque lo ideal a su criterio sería “hacer uno conjunto” para todos los ciudadanos del Campo de Gibraltar.
Asimismo recordaron que el estrecho de Gibraltar soporta el tránsito de más de 100.000 buques al año, de los que buena parte recala en la bahía de Algeciras para repostar, principalmente por el procedimiento del bunkering (que implica cuantiosas fugas al mar de combustible) y que con frecuencia sufren colisiones y accidentes que terminan en vertidos. Las organizaciones demandan que “el fondeadero C en Algeciras sea eliminado”, porque se encuentra en un parque natural, así como la actividad de “las llamadas gasolineras flotantes de Gibraltar”, por el gran riesgo en entrañan.
El medio ambiente de la Bahía como moneda de cambio diplomática
La bahía sufre uno de los problemas de contaminación más graves de Europa y las personas que viven en Campo de Gibraltar respiran este aire altamente contaminado desde hace décadas. Así lo afirman los ecologistas en su informe, destacando que el litigio entre España y Reino Unido por la jurisdicción de las aguas que rodean Gibraltar “no hace más que agravar la situación porque la falta de una política común para cuestiones medioambientales impide una reacción rápida y efectiva cuando se produce algún accidente”.
Los problemas ambientales no conocen fronteras, por lo tanto “es necesario que se apliquen leyes y medidas a todos los proyectos que afectan al entorno de la bahía” independientemente de que tengan lugar en España o en Gibraltar. Para los ecologistas “no caben más excusas ni prórrogas para evitar que la falta de acuerdo diplomático se cobre su precio en la salud de los habitantes de la bahía”. Concluyen que “el Foro Tripartito debería abordar sin demora la situación sanitaria y medioambiental al límite de la bahía”.
La principal consecuencia, para la salud pública
La contaminación que a criterio del informe ecologista ha generado el desenfrenado desarrollo industrial y portuario del Campo de Gibraltar tiene sus consecuencias sobre la salud humana. La emisión de sustancias tan contaminantes como el benceno, los PAH o las partículas provocan afecciones sobre la salud humana como contraprestación a los beneficios económicos de las empresas instaladas en la zona.
Diferentes estudios publicados por Joan Benach, epidemiólogo de la Universidad de Barcelona, Pompeu
Fabra, demuestran que en la comarca del Campo de Gibraltar “existen evidencias y datos alarmantes que apuntan a un mal estado de salud de la población”.
Concretamente los datos revelan que en este lugar “la esperanza de vida es 20 años menor” que en algunas comarcas del norte de España. Igualmente “los índices de todo tipo de cánceres y tumores son más elevados” que en el resto del país. Lo idóneo sería, a criterio de estos colectivos, que “el estudio epidemiológico (que determine los niveles de benceno en plasma sanguíneo y de níquel en la orina) se llevara a cabo con toda la población del Campo de Gibraltar”.
