Las obras de rehabilitación de la ermita de San Telmo afrontan desde este martes su segunda y definitiva fase, que se prolongará por espacio de cuatro meses y que teóricamente deben permitir que la Hermandad de la Expiración regrese definitivamente a su sede a lo largo del próximo mes de junio.
Esta segunda fase de las obras implican el derribo del forjado del coro y posterior reconstrucción, una operación similar a la que debe acometerse en la zona de la antigua secretaría. De manera paralela se culminarán actuaciones que quedaron pendientes de la primera fase, como la culminación de la colocación de la solería del templo -precisamente en la zona baja del coro que ahora va a derribarse- o la finalización del columbario.
Los trabajos se reanudan después de que hayan estado paralizados por espacio de cuatro meses como consecuencia de diferentes cuestiones de carácter administrativo. “Ya no debemos encontrarnos ningún problema nuevo porque está todo mirado, hay fondos para empezar y terminar y tenemos la licencia de obras. Los trabajos deben estar concluidos a finales de abril o principios de mayo y nuestra idea es regresar uno de los dos últimos sábados del mes de junio”, explicó ayer el hermano mayor de la Hermandad de la Expiración, José Manuel García.
La corporación del Viernes Santo debió suscribir un préstamo bancario para hacer frente al coste de estas obras, por lo que sigue abierta a todo tipo de colaboraciones. Entre ellas se encuentra la del propio Ayuntamiento. Sin ir más lejos, la alcaldesa, Mamen Sánchez, ha visitado recientemente la ermita de San Telmo, subrayando que una de las prioridades del Gobierno local es contribuir a la recuperación del patrimonio histórico de la ciudad mediante la colaboración con instituciones públicas y privadas, con el objetivo de poner en valor la riqueza monumental de la ciudad. Urbanismo está prestando asesoramiento técnico, además de asumir la redacción de los proyectos y la dirección de las obras.
Adecentamiento de los exteriores
La Hermandad de la Expiración ha solicitado al Consistorio el adecentamiento de la trasera de la ermita de San Telmo, en la que se han advertido carencias tanto de iluminación como de limpieza. Además, se ha pedido el reasfaltado de esa zona para mejorar la accesibilidad. “Hemos pedido colaboración porque toda esa zona está muy mal y necesita de un adecentamiento”, explicó José Manuel García. Las actuaciones que se proponen también para la ermita de San Telmo en esta segunda y definitiva fase incluyen la reurbanización del espacio libre interior de la parcela en la que se asienta el templo. En verano hará ya tres años del inicio de estas obras.