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Jerez

Un vecino de la calle Caballeros muerde en el cuello a un hostelero

“Yo soy el primero que condeno la bronca, pero esta persona no hace más que provocar cada vez que paso", relata el presunto agresor y presidente vecinal

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  • La calle San Pablo en una imagen de archivo.
  • El conflicto por la movida nocturna entre pubs y residentes de la zona evidencia con esta pelea su cara más negativa

“Yo soy el primero que condeno la bronca; no está bien por ninguna de las dos partes, pero esta persona no hace más que provocar cada vez que paso, y me quiso agredir, levantándose y dándome un empujón. Cogió una silla para darme y, aunque no me acuerdo, en una de esas probablemente le daría un mordisco”. Las declaraciones a Viva Jerez del presidente de la recién constituida asociación de vecinos San Miguel Extramuros, Juan Antonio Jiménez, ante la agresión que sufrió el lunes el propietario del pub El 7, en la calle San Pablo, quien tuvo que ser trasladado al Hospital de Jerez al propinarle un mordisco en el cuello, evidencia la peor cara del conflicto que mantienen vecinos y hosteleros de este enclave por los efectos de la movida.

Las pintadas de hace varios meses contra una de las vecinas más críticas a los problemas de ruido por la marcha nocturna y el alto volumen de la música ya avisaban de que los ánimos estaban caldeados, pero esta pelea supone “un paso atrás” en los intentos de los hosteleros por reconducir  la situación. Según  la versión del vecino implicado, residente de la calle Caballeros, los hechos ocurrieron el lunes por la tarde, cuando él volvía a casa de tomar café con un amigo y el propietario del pub “empezó a cachondearse”.

Fue entonces cuando este residente, de unos 60 años, se volvió y le pidió explicaciones, tal y como detalló a este medio. “Le dije que ya no se iba a cachondear más de mí. Él es un tío grande, joven, y yo tengo 60 años y se vino para mí, me quiso agredir. Intenté defenderme”, explicó a este periódico. Hasta el lugar de los hechos se trasladó la Policía Local, que hizo las diligencias pertinentes, tomando declaraciones a los testigos para  identificar al presunto agresor, que no estaba en el lugar cuando llegaron los agentes, mientras que el hostelero fue trasladado al Hospital de Jerez, de donde lo derivaron al Virgen del Rocío. Este martes por la mañana el caso ya estaba en manos de la Unidad de Delitos Especiales y Violentos (UDEV) de la Policía Nacional, que ha abierto una investigación para esclarecer los hechos, según confirmaron a este periódico fuentes de la Comisaría.

Nada más conocerse el alcance de lo ocurrido, la asociación de vecinos del Centro Histórico condenó “enérgicamente” los hechos, deseando una pronta mejoría a la persona agredida. “La violencia jamás debe ser el camino para solucionar un problema, por mucho nivel de desesperación que se pueda alcanzar”, señalaron desde un colectivo, donde siempre se han mostrado críticos con la suspensión el pasado mes de febrero de la declaración de Plaza Vargas, Caballero y San Pablo como Zona Acústicamente Saturada (ZAS).

No obstante, tal y como reiteraron desde este colectivo, se da la circunstancia de que ni el presunto agresor forma parte de su colectivo, ni San Pablo ni Caballeros entra dentro de su área de influencia. En cualquier caso, desde la asociación que preside Alejandro González tienen claro que este incidente, al igual que las  pintadas y amenazas a una vecina de la calle San Pablo o a la agresión sufrida por un agente de la Policía Local en Plaza Vargas el pasado verano, es la consecuencia de la “inacción” por parte del Ayuntamiento y de su Delegación de Urbanismo.

“Lejos de asumir su papel mediador en estos asuntos, se dedica a dejar pudrir la situación y no deja de dar bandazos con sus resoluciones, lo que está provocando una escalada de tensión que se está acrecentando con el paso del tiempo y que seguirá haciéndolo en tanto en cuanto dicho papel no se asuma por parte de una Administración local que parece inexistente y niega la realidad de lo que está ocurriendo”.

“Ha pasado a lo personal”

Por su parte, desde la Asociación Unión de Comerciantes, Asunico, que tiene asociados a los hosteleros de estas y otras zonas del centro, condenan “cualquier agresión violenta”, y niegan que el dueño del pub El 7 provocara a este vecino. “El caso está en manos de la justicia y no entendemos como una persona así -por el presunto agresor- puede estar al frente de un colectivo vecinal de nueva constitución”, señala el presidente de Asunico, Manuel García, que considera este episodio ha llevado los problemas de la movida “a lo personal” y puede “enconar” el conflicto entre hosteleros y vecinos. “Esto no trae nada bueno”, reconoce, si bien tiene claro que este tipo de actitudes “dan que pensar” pero “no son extrapolables” a asociaciones de vecinos del Centro Histórico o San Miguel “porque son respetuosas”. 

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