Nació en Jerez en 1966. Tiene 52 años y ha presentado una demanda de paternidad para que su progenitor, un militar norteamericano, le reconozca y por fin pueda llevar su nombre en su acta de nacimiento y tener todos los derechos que le corresponden. Según ha relatado la demandante a su abogado Fernando Osuna, cuando su padre trabajaba en la base naval de Rota, su madre fue contratada por su familia, cuidando de los niños y de la casa. Así empezó una relación extramatrimonial de la que nació ella. “Durante muchos años traté de encontrar a este hombre, pero desafortunadamente no tenía mucha información, sabía su nombre, pero no la ortografía correcta”, señala. El pasado año dio con él a través d Facebook. Estaba en Texas.
“Traté de contactar con él de inmediato y me bloqueó su esposa (no la que estaba casado en ese momento) y recibí un correo electrónico de un abogado que me decía que terminara todo contacto. Pregunté si podríamos tener una prueba de ADN, no tuve respuesta. Tuvo más suerte con su hermanastro y se pusieron en contacto. Vine a América con una visa de turista y contraté a un abogado que inició un pleito de paternidad. Quería prueba de ADN y su nombre en mi certificado de nacimiento. Fuimos a la corte de USA y tuve muchos problemas. Los niños bastardos no tienen muchos derechos en USA”. Pese a todo, no piensa rendirse, aunque en el último año haya gastado mucho dinero, tal y como asegura.
A su favor tiene, como señala, las pruebas de ADN que se hizo con su hermano obtuvo un índice de certeza del 99,6%. Ha vivido varios meses en EEUU, y ahora reside en Australia. Sabe que su padre “no me quiere e intentará cualquier cosa para mantenerme lejos”, pero en breve presentarán la demanda contra su presunto padre biológico y será en España, puesto que su madre vive entre este país y Portugal.