Los afectados, un grupo integrado por 6 ex trabajadores, continúan reclamando que después de dos años desde el acuerdo firmado para su recolocación, la situación no ha cambiado y sigue sin cumplirse lo pactado.
En el año 2007 la mitad de la plantilla de Liver fue subrogada por la empresa Cada de Acerinox y con la otra mitad, se acordó firmar con la Federación de Empresarios del Campo de Gibraltar y los sindicatos, un acuerdo para que en un tiempo máximo de 6 meses, estuvieran trabajando con contratos estables en cualquier empresa auxiliar del metal que prestan sus servicios en esta Federación de la gran industria.
En la mañana de ayer se concentraron a las puertas del sindicato CC OO entre las 9.30 y 12.00 horas.
Tienen previsto continuar haciéndolo todos los días, de lunes a viernes, bien a las puertas de la sede sindical o como han venido haciéndolo en el Ayuntamiento.
Además de protestar por si situación reparten octavillas para informar a la ciudadanía de su situación. Casi dos años después, hartos de la espera y a pesar de haber ganado los juicios en los que se han enfrentado con la empresa, los trabajadores continúan sus protestas alegando que se sienten solos en esta lucha, de la que sólo quieren sacar que se comprendan sus acciones y el cumplimiento de un compromiso adquirido.
Los ex trabajadores realizan un llamamiento a su sindicato para que apoyen sus reivindicaciones, así como al que era en 2007, fecha de la firma del acuerdo, el delegado sindical del metal, Julio Martínez Fírvida, para que “haga todo lo que tenga que hacer para que se cumpla y volvamos a nuestros puestos de trabajo”.
Por su parte a Acerinox le solicita este colectivo de afectados que “como empresa subsidiaria de nosotros, nos ayude a volver a trabajar en su casa, que es donde deberíamos estar”.
Representantes de los trabajadores afectados aseguran que algún compañero está a punto de perder su casa por no poder hacer frente a la hipoteca, otros están viviendo gracias a sus familiares y amigos, alguno incluso han pensado en delinquir ante la desesperación de no poder mantener su casa y otros están finalizando las prestaciones por desempleo y la desesperación hace que incrementen sus acciones de protesta.
