Ha habido jornadas importantes pero siempre se sabía cuál era el final
Desde hace siete años han transcurrido muchas días, muchas semanas, muchos meses en la historia, corta pero intensa, del Xerez DFC. Ha habido jornadas importantes como aquellas de los ascensos desde la Cuarta , desde la Tercera, desde la Segunda y hasta desde División de Honor, pero eran semanas de saber que al final del día fijado se iba a estallar de júbilo porque la tarea se había hecho con antelación. Incluso, si me apuran, eran semanas, días, en los que en las predicciones de aficionados, jugadores y técnicos no se esperaban sorpresas porque todos eran conscientes de que, más tarde o más temprano, el ascenso, el triunfo tenía que llegar porque el equipo, en esas categorías, era inmensamente superior al resto de rivales, aunque no es menos cierto que en esa andadura positiva se cometió un pequeño error, que se subsanó al ejercicio siguiente,que fue cuando el equipo no fue capaz de saltar a Tercera División y hubo de quedarse una temporada más en la División de Honor. Aquel ascenso a Tercera, que era innegociable, se vivió con lógica satisfacción pero también resoplando porque al final se había conseguido lo que la obligación dictaba que había que obtener, hasta tal punto que el propio presidente, Rafael Coca, dijo que si no se ascendía dimitía. No lo tuvo que hacer porque el equipo de forma brillante y a lo campeón encontró su sitio en Tercera. En esta ocasión todo es diferente. Hablamos ya de acceder competiciones semiprofesionales, escribimos de estar en una categoría, como la Segunda B, desde la que se atisba el fútbol profesional. Se comienzan a mentar palabras mayores en esto de darle patada al balón y, por eso, esta semana que finaliza en la noche de este domingo ha tenido unas connotaciones especiales, porque el club está a 180 minutos, algo más por aquello de los cambios y los parones de hidratación, de colocarse en Segunda B, pero para eso tiene que ganar, si o siïƒ, el choque de este domingo en el Antonio Lorenzo. Ya el partido ha estado más que preparado física, mental y técnicamente hablando. La directiva ha hecho su trabajo y la afición, con este virus que no nos abandona, ha hecho todo lo que podía hacer, volcándose con el equipo, visualizando las banderas y el escudo y despidiendo a los grande a los suyos cuando en la mañana sabatina el autobús salía de la sede social rumbo a Marbella. Todo lo que había que hacer está hecho. No queda más. Ni una gota de sudor por derramar por parte de afición y directiva. El sudor lo tendrán que derrochar los jugadores en la noche de este domingo porque ya solo falta que la pelota entre para buscar