Las lluvias registradas en estas últimas semanas han agravado el estado de conservación de una finca situada en la confluencia entre las calles Argüelles y Juana Jugán cuyo perímetro se encuentra vallado desde hace algo más de dos años ante el peligro que existe de que la fachada colapse y se precipite sobre la calzada.
Los vecinos advierten del estado en el que se encuentra el edificio, con una visible grieta que parece ensancharse cada vez que aparecen las lluvias.
El peligro es aún mayor si cabe si se tiene en cuenta que la finca se encuentra en las inmediaciones de dos centros escolares (Oratorio Festivo y Mundo Nuevo), por lo que es lugar habitual de paso de muchas personas.
Desde el Ayuntamiento se asegura que se trabaja en la localización de los propietarios del inmueble para forzar una intervención, pero se advierte de que este tipo de procedimientos administrativos son largos y farragosos.