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Jerez

La huella del tiempo

La huella del tiempo que han dejado nuestras hermandades y cofradías va mucho más allá que esa extraordinaria exposición

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  • La huella del tiempo -

La huella del tiempo que han dejado nuestras hermandades y cofradías va mucho más allá que esa extraordinaria exposición patrimonial que se ha tenido el acierto de montar, por parte de la Unión de Hermandades, en los Claustros de Santo Domingo como alternativa a la falta de salidas procesionales, por segundo año consecutivo, como consecuencia de esa pandemia que seguimos soportando, cual pesadilla que no se acaba, desde comienzos del pasado 2020. Esa muestra cofrade podría ser el atisbo de un museo permanente que me consta que es de difícil consecución, por los intereses particulares de cada Corporación como responsables del mantenimiento y conservación de lo que atesoran, pero que sería muy importante para una ciudad abocada a buscar el máximo de resortes turísticos para mantener a un sector que se ha convertido en la opción laboral la secular falta de industrias que padece nuestra ciudad, desde que el sector vinícola y sus ramificaciones dejaron de liderar la creación y sostenimiento del mayor porcentaje de empleo.

Y es que canteros, barqueros, transportistas, hospitalarios o hosteleros se reunían en gremios para atender sus necesidades a través de la creación de hermandades que se han mantenido en el tiempo creando, ellas y las no gremiales, unos particulares altares de insignias que no tienen cabida en exposición alguna pero que están en los libros de una historia que habla de caridad, de esperanza en la  atención a los enfermos, a los indigentes, de fe en obras sociales, en acciones cultuales y culturales, de atención a iglesias, cultura y cultos al mismo tiempo, que hubiesen desaparecido como tantas otras cosas han desaparecido en este nuestro querido Jerez, de no ser por la presencia de hermandades que se han hecho cargo de la mismas. Zambombas, cabalgatas, la propia feria tienen el sello de unas hermandades que han dejado y siguen dejando su huella en todo aquello que huela a Jerez. Sin la presencia de las hermandades en las casetas de feria extendiendo y dando categoría al real, sin la colaboración en la llamada fiesta de Navidad, sin su presencia en su momento en el engrandecimiento de la Cabalgata, sin su labor solidaria, sin su apoyo a la cultura, nada en esta ciudad sería como es actualmente. Es la huella que no se puede ver en esa exposición que merece muy mucho la pena visitar. 

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