En esos días de playa en los que parece que el minutero no avanza cualquier movimiento o ruido te hace poner en marcha, pero hacia atrás, el reloj de la vida. Sucedió días pasados cuando la charla de la vecina de sombrilla se imponía al romper de las olas y una música que provenía de no se dónde me llenó de nostalgia recordando aquellas tardes de radio y de discos dedicados. ¿Recuerdas siempre admirado Pepe Marín tu Club de Amigos en la entonces Radio Popular, cuando leías la carta de Pepita que saludaba a su primita Anita que cumplía dos añitos y le quería dedicar la canción Angelitos Negros del inolvidable Antonio Machin? Eran tardes de verano al calor, nunca mejor escrito, de la casa, con el botijo cerca para refrecarte con el agua fría, la radio encendida, los chismorreos de las vecinas en el patio como otra melodía sonora y el balón esperando en la casapuerta el momento de lo que lo pateasemos sobre el campo de adoquines que tenía como palos de la porteria cuatro piedras sacadas de donde solo nosotros sabíamos
Esos discos dedicados han sido suplidos ahora por las redes sociales. En tu información se te ocurre poner la fecha de tu nacimiento y el día de tu cumpleaños te felicita hasta Anastasio que vive en Mondoñedo y que ni te conoce y ni siquiera sabe donde está Jerez pero como es amigo tuyo del Facebook, porque un día estaba aburrido y te pidió amistad y tu le confirmaste, te felicita. Y hasta te envía un abrazo virtual ya que el de verdad, como los besos que Pepita le dio a Anita una vez que el disco del rey del bolero había finalizado, no te lo va a dar nunca.
La diferencia entre aquellos años 60 y estos del siglo XXI es que aquellas peticiones de un Rayo de Sol o de Black is Black sonaban a verdad, a cercanía, a cariño y las felicitaciones de hoy en día son más bien de obligado cumplimiento social como el felicitado se obliga a darle me gusta e incluso a agradecer, abrumado, tantas muestras de amistad como ha recibido aunque luego en la calle no conoce ni a la cuarta parte de los que le han enviado el mensaje. La vida que cambia para bien o para mal.
O será la edad.