La Junta ha adjudicado la restauración del
Camarín de las Monjas, una
torre situada en un
patio de viviendas públicas en el
centro histórico de Málaga capital, que fue del
convento de la Congregación del Rosario de la Aurora.
Se trata de "
una de las joyas arquitectónicas del Barroco que conserva esta ciudad". La torre camarín de la que fue casa convento de la orden religiosa Congregación del Rosario de la Aurora, y posteriormente de las Dominicas de la Divina Providencia,
capilla que fue construida a principios del siglo XVIII y que guarda en su interior una
rica decoración de yeserías, lo que le aporta un notable interés artístico.
La torre camarín es
casi el único vestigio de la antigua edificación religiosa, que se ha conservado en las últimas décadas en buenas condiciones por su ubicación, en el patio interior de la promoción de viviendas públicas titularidad de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) y situada
en las calles Pulidero, Puente y Priego.
Allí ha estado
preservada y custodiada por los vecinos estos últimos años hasta que ahora, en solo unas semanas,
tras años de arduas gestiones y trámites, se va a acometer su rehabilitación.
La
restauración integral de la torre camarín se va a ejecutar en base a un proyecto redactado por el
arquitecto Ignacio Dorao Moris. La obra ha sido ya adjudicada a la unión temporal formada por las empresas Antica y Herruzo & Roldán Soluciones para Arquitectura SL, con un
presupuesto de 154.082 euros que sufragará la propia agencia AVRA, adscrita a la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio.
La actuación tiene
informe favorable de la Consejería de Cultura emitido en julio de 2021, ya que el edificio tiene
protección arquitectónica de Grado 1, y su inicio está previsto a mediados de marzo, con un plazo de
ejecución de seis meses, ha indicado la Junta en un comunicado.
El camarín de la conocida como Casa de las Monjas es una obra de singular importancia en la arquitectura doméstica malagueña de los siglos XVII y XVIII. En dicha casa, la Congregación del Rosario de la Aurora construyó a principios del siglo XVIII esta capilla de notable interés artístico y arquitectónico, que posteriormente
pasaría a prestar servicio religioso al convento de las Dominicas de la Divina Providencia.
El proyecto que se va a ejecutar se centra principalmente en la
rehabilitación patrimonial del edificio, tanto
estructural y de consolidación, como
estética y de mantenimiento de las
tres plantas del edificio, para lo cual se habilitarán accesos a las mismas.
El torreón objeto de esta actuación tiene una altura aproximada, desde el patio donde se ubica hasta la cúspide de la cubierta piramidal, de
14 metros, con
tres niveles. El nivel de planta baja o nivel 1 conforma el basamento del propio camarín, que se eleva en los niveles 2 y 3, con una forma volumétrica de
prisma octogonal. La torre tiene en su interior una
profusa decoración barroca, que se conserva únicamente en la planta segunda.
Según han detallado,
la cubierta parece encontrase en buenas condiciones de estanqueidad, ya que
no se aprecian humedades ni deterioros causados por éstas, de haber existido. Esta circunstancia ha sido determinante para el mantenimiento en razonablemente buen estado de la rica decoración que cubre las fábricas y la cúpula.
El objetivo de la intervención sobre los elementos decorativos del Camarín de las Monjas es su
conservación y puesta en valor, mediante la ejecución de trabajos de
consolidación y restitución de los valores fundamentales mermados o perdidos. Para ello, se incidirá en dos aspectos prioritarios. Por un lado, en la estabilidad de todos los componentes y elementos del conjunto, y por otro en la recuperación de las cualidades estéticas e iconográficas actualmente degradadas.
Por otro lado, han apuntado a que, posiblemente, la localización de la torre camarín en el patio interior de una promoción de 26 viviendas públicas en alquiler, cuyos edificios la rodean y protegen, ha sido fundamental para que la edificación llegue a día de hoy en pie y pueda ser restaurada. Los vecinos de este grupo residencial, familias con ingresos limitados que por esa circunstancia son adjudicatarias de estas viviendas construidas a principios de este siglo, seguramente han cuidado a lo largo de estos años esta edificación.
El camarín
está rodeado, de hecho,
por sus cuatro lados por los edificios de dos plantas en los que se distribuyen las 26 viviendas de esta promoción, "que para llegar a ser realidad tuvo que superar numerosos vaivenes y trabas administrativas, debido precisamente a la presencia de restos del antiguo convento religioso y de esta torre camarín".
Las obras de construcción de las viviendas comenzaron en 1998 pero no pudieron finalizarse hasta mediados de 2002, después de un largo período de paralización instado por Cultura, que obligó a la rehabilitación del torreón, la cual sin embargo no se llegó a ejecutar.
Tras el paréntesis provocado por la pandemia, que ha ralentizado el procedimiento iniciado por AVRA a finales de 2019 para contratar la obra, ahora ha sido posible adjudicar la actuación, que recuperará para los malagueños esta joya del Barroco durante tantos años oculta a la ciudadanía.