Piense dónde estará aquel balón que perdió cuando era pequeño, ese juguete que le regalaron y acabó en la basura. O pregúntese qué pasará con la bolsa de supermercado que se usa cada día. Tal vez alguno de estos objetos acabe en el fondo de un
océano. Partiendo del impacto de la contaminación de nuestros mares, la artista
Mandy Barker ha elaborado la exposición Penalty.
Se trata de obras de arte elaboradas con residuos plásticos que ha ido recolectando junto a científicos de todo el mundo. El objetivo de estas fotografías es
concienciar del daño al ecosistema que hay detrás de cada composición.
Por ejemplo, una especie de galaxia compuesta por
992 balones y restos de ellos encontrados en
144 playas de 41 países e islas. Cada una tendrá una historia detrás y miles de kilómetros por mar. Desde un balón del Barça hasta alguna con el logo del Mundial de España 82 o de dibujos animados.
Mandy Barker ha trabajado en esta idea durante una década y con ella han colaborado voluntarios en la recogida de estos objetivos perdidos que, en ocasiones, acaban en la otra punta del lugar donde se arrojaron.
Cada obra viene acompañada de una descripción que explica su sentido y contexto, como el polluelo de pardela, una especie de ave de Australia, que murió por ingerir trozos de plástico. Todos los objetos que encontraba se los llevaba a casa sin ni siquiera lavarlos, los situaba en un fondo negro y colocaba los elementos para hacer arte de lo trágico.
Unos
11 millones de toneladas de plástico ingresan cada año en nuestros océanos y Penalty, que significa penalización, es una crítica a un mundo donde, como dice Mandy Barker, nosotros estamos de paso y cuando no estemos, seguirán quedando millones de plásticos… y alguna obra de arte.
Esta exposición se encuentra en la Sala Temporal del
Museo del Patrimonio Municipal, en el Paseo de Reding. Es
gratuita y estará disponible hasta el 25 de septiembre.