Los jugadores y cuerpo técnico del Unicaja celebraron la Copa del Rey lograda en Badalona a lo grande, junto a los miles de aficionados que llenaron varios puntos del centro histórico a lo largo de la tarde del lunes, en un recorrido en autobús descapotable con paradas en la sede de
Unicaja Banco, Ayuntamiento y Basílica de la Victoria para recibimientos oficiales y la tradicional ofrenda floral.
Sobre las 17:00 de la tarde partieron desde las instalaciones de la cantera, el pabellón de
Los Guindos, todos los protagonistas, ataviados con camisetas conmemorativas, bufandas y hasta banderas, como la de Málaga que portaba Dylan Osetkowski. Tras saludar a la primera tanda de hinchas que se acercaron a venerar a sus héroes, se inicio la ruta por el paseo marítimo Antonio Banderas dirección al centro de la ciudad.
La primera parada se realizó en la sede de Unicaja Banco en la Plaza de la Marina, donde les recibieron el presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, y el presidente de Fundación Unicaja, José Manuel Domínguez, además de los miles de aficionados emocionados con la Copa que les volvió a acercar el capitán Alberto Díaz, uno de los más aclamados, mientras los jugadores y un Ibon Navarro también muy ovacionado se paraban con amabilidad a atender a los que pedían fotos, autógrafos, vídeos o simplemente les decían "¡Gracias, sois muy grandes!".
Tras subir al balcón principal de la entidad, hacerse las fotos de rigor y balancear la Copa entre los gritos de la afición , se reanudó la marcha hacia el Ayuntamiento, allí donde estuvo la verdadera fiesta con miles de cajistas reunidos en torno a la entrada principal del Consistorio donde esperaba el alcalde, Francisco de la Torre.
En la ya famosa estampa del balcón y el micro, fueron pasando todos los jugadores de la plantilla y cuerpo técnico, desde Alberto Díaz hasta Mario Saint-Supery, el más joven de la historia en ganar este trofeo a sus 17 años.
Tras las palabras del alcalde de la capital, el pívot Augusto Lima fue el que hizo de presentador y puso la broma constante al servicio de unos aficionados que iban pidiendo uno a uno a los jugadores: no sorprendió la timidez de
Tyson Carter, al que constantemente le gritaban "¡MVP, MVP!" y que respondió con un "Te quiero, Málaga", ni el escueto "Sois la hostia, la mejor afición de España" de Ibon, pero sí fue inesperado el momento más cómico de la tarde, con el bosnio
Nihad Djedovic, que maneja un buen castellano, cantando
"¡Un, dos, tres, un pasito pa'lante, María!".
Con el baño de masas desde el balcón y la entrega de insignias por parte del Ayuntamiento de Málaga, la última parada tuvo lugar ya de noche, sobre las 20:00 horas, con la visita al Santuario de la Victoria para realizar una ofrenda a la Patrona de la ciudad por el segundo título copero de la historia del Unicaja.