Nadie quiere decirlo. El simple hecho de pensarlo incluso parece una osadía. Pero
la afición del Unicaja Málaga cree. Tras vapulear a Lenovo Tenerife en los cuartos de final del play-off de la Liga Endesa, se ha instaurado el estado de optimismo a orillas del Martín Carpena. Puede hasta parecer pretencioso ilusionarse con ganar el campeonato doméstico, más jugándotela ante el FC Barcelona y habiendo ya conquistado un título. Pero, como se suele decir,
¿y si sí?
Lo cierto es que esta ilusión por
ver al cuadro cajista alzar el segundo trofeo de la temporada ya es todo un hecho. Fueron muchos los que, nada más finalizar el choque ante el Tenerife del pasado jueves, se pusieron a preguntar por las entradas de cara a semifinales, cuando ni siquiera estaba resuelto quién sería nuestro rival. Una vez que se confirmó que vendría a la Costa del Sol el equipo culé, la necesidad de conseguir un billete se volvió casi indispensable.
Esto se supo el viernes, día en que el
Barça se impuso a Valencia Basket. Las entradas se pusieron a la venta sábado. Pues bien, ese mismo sábado se agotaron. Con un precio mínimo en categoría adulto de 18 euros y máximo de 67, se agotaron en menos de 24 horas, demostrando así que este equipo está consiguiendo
ilusionar a una hinchada que llevaba ya muchos años de decepciones.
Cabe recordar que
esta eliminatoria es al mejor de cinco partidos, por lo que, en caso de que no se resuelva en los tres primeros, se jugaría un cuarto, de nuevo en el Martín Carpena, mientras que el quinto y definitivo (si fuese necesario) regresaría a la Ciudad Condal.
La buena noticia para esta eliminatoria que arranca mañana miércoles (21:00 horas) es el
regreso de Alberto Díaz. El base pelirrojo, que no pudo estar contra los tinerfeños, ya entrena con total normalidad junto al resto de compañeros y, salvo sorpresa,
será uno más en la rotación del equipo.