El Málaga se aprovechó del gafe del Deportivo (0-1) ante Kameni y castigó la falta de acierto de los deportivistas, que fallaron un penalti y estrellaron un balón en el poste, infligiéndole una nueva derrota y dejándole en los puestos de descenso de la tabla con diez puntos en catorce partidos y seis seguidos sin ganar.
El conjunto andaluz, que había caído ante el Atlético de Madrid y el Real Madrid después de cinco victorias consecutivas, ha vuelto a la senda del triunfo a pesar de que en Riazor no estuvo brillante y se ha acostado en puestos europeos.
Los dos equipos volvieron a verse las caras tras días después de haber empatado a un gol en la Copa del Rey, aunque con onces muy diferentes: diez cambios en el Deportivo (solo repitió Lopo) y seis en el Málaga.
Con el fondo de los 'Riazor Blues' clausurado por segundo partido consecutivo y parte de la grada pidiendo la dimisión del presidente por sus medidas contra la violencia tras el fallecimiento de un miembro del grupo ultra hace una semana en los aledaños del Vicente Calderón, el Dépor inició el encuentro tímido, frío y superado por el Málaga, con dos córneres en los primeros minutos.
Pero se rehizo y empezó a ganarle terreno al conjunto andaluz, al que avisó con un disparo de Wilk antes de que Kameni derribara en el área a Hélder Postiga tras un pase magistral de José Rodríguez.
Podía haber evitado el penalti el portero camerunés, que se llevó una amarilla, pero lo enmendó al acertar la intención de Ivan Cavaleiro, que después de errar el lanzamiento fue a por todas para intentar recoger el rechace y se encontró con el cuerpo del guardameta, al que hizo daño.
El Deportivo, que estaba mejor en el campo, desaprovechó a los veinte minutos otra ocasión de oro, un mano a mano de Postiga con Kameni, después de un resbalón de Angeleri, que el portero despejó.
El Málaga castigó al Deportivo de inmediato cuando, en la otra portería, Fabricio despejó un balón con el pie que se convirtió en una asistencia para Darder, que le vio descolocado y le batió desde unos treinta metros.
El panorama para el equipo gallego pudo ser peor antes del descanso, pero el guardameta que había fallado en el gol sacó una mano espectacular para responder a un disparo de Samu.
Víctor Fernández intentó reflotar a su equipo quitando a un defensa para reforzar el ataque con Cuenca en un partido en el que, como había dicho la víspera, tenía que "ganar sí o sí", pero la suerte no estaba de su lado.
En un día en el que al Deportivo no quería salirle nada, el poste izquierdo de la portería de Kameni rechazó un remate de Cavaleiro.
A falta de media hora para la conclusión del partido, el Deportivo refrescó el ataque con Juan Domínguez y Toché, que rozó el gol del empate a los 81 minutos al recoger el rechazo de Kameni a un disparo de Wilk, pero el portero camerunés volvió a ser providencial para el Málaga.
- Ficha técnica:
0 - Deportivo de La Coruña: Fabricio; Juanfran, Insua (Cuenca, min.46), Lopo, Sidnei, Luisinho; José Rodríguez, Wilk, Medunjanin (Toché, min.63); Cavaleiro y Hélder Postiga (Juan Domínguez, min.63).
1 - Málaga: Kameni; Rosales, Angeleri, Weligton, Antunes; Camacho, Darder (Boka, min.84); Samuel (Horta, min.56), Duda (Recio, min.71), Samu Castillejo; y Santa Cruz.
Goles: 0-1, min.21: Darder.
Árbitro: Gil Manzano, del colegio extremeño. Mostró amarilla a Kameni (min.11), Antunes (min.24), Samuel (min.50) y Cuenca (min.73), por parte del Málaga; y a Luisinho (min.60), Sidnei (min.61) y Toché (min.87), por parte del Deportivo.
Incidencias: Partido de la decimocuarta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio de Riazor ante 17.662 espectadores. La grada en la que se ubican los Riazor Blues permaneció cerrada por segundo partido consecutiva como medida adoptada por el consejo de administración del Deportivo tras la reyerta del pasado domingo en el Manzanares, donde falleció un ultra del equipo coruñés. Sobre los asientos de ese fondo, se colocó una lona del Deportivo con un mensaje contra la violencia. Se escucharon silbidos cuando por megafonía se dio lectura a un mensaje de la LFP contra la violencia y, posteriormente, gritos que pedían la dimisión del presidente blanquiazul, Tino Fernández.