Casares acogerá este verano, concretamente durante diez días del mes de julio, a 12 refugiados y a sus hijos para ofrecerles una acción formativa para mejorar así su calidad de vida y sus opciones de encontrar un empleo. Estas familias ya están en pisos tutelados de la provincia de Málaga. Este proyecto, destinado principalmente a migrantes de las zonas en conflictos bélicos de Oriente Medio, lo lleva a cabo el Ayuntamiento de Casares en colaboración con la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y la asociación Málaga Acoge.
El Ayuntamiento casareño destina a esta iniciativa una partida de 5.000 euros que se incluyen en los presupuestos de 2017. La acción está especialmente destinada a mujeres que migran con sus hijos aunque también está abierta a hombres.
Los refugiados vivirán durante diez días con familias de acogida del municipio inscritas en un registro que se creó el año pasado. En el que caso de que no haya suficientes, el Ayuntamiento alquilará viviendas y las pondrá a disposición de estas personas. En cuanto a las comidas, los niños comerán en la escuela de verano, y los adultos a través del comedor social. Respecto a la acción formativa, el Consistorio está barajando diversas opciones, entre las que destacan cursos enfocados al sector de la hostelería.