El Málaga empató en Vigo ante el Celta sin goles en la vigésima novena jornada liguera para sumar un punto y seguir como colista en Primera División con 14 puntos. El césped de Balaídos recibió a un Málaga vestido de naranja que necesitaba exprimir todas sus fuerzas y recursos para empezar a sumar de tres en tres.
Conscientes de su necesidad los malagueños tomaron la iniciativa en los primeros compases aunque sin mordiente. En el minuto 4 llegó la primera jugada ensayada del Málaga que intentó rematar el Chory Castro sin suerte.
Se intercambiaron los roles sobre el campo vigués y el Celta intentó asegurar el balón ante un conjunto visitante que esperaba salir a la contra con velocidad y desacierto. Lo intentó En-Nesyri en el minuto 13 con un mal disparo que no llegó a la meta que, en esta ocasión, defendía Sergio Álvarez por una lesión en el tendón de Aquiles izquierdo durante el calentamiento del portero titular Rubén Blanco.
Tímidamente quería arrancar el Málaga a la contra, pero Lobotka era un muro para los intentos malagueños por acercarse a la portería local. Y fue desde un saque de esquina donde llegó el mayor peligro del equipo de José González. La pelota se paseó sin que nadie la rematara.
Pasada la media hora de partido fue Sisto quien chutó desde la izquierda del área malaguista, quiso colocarla en la escuadra que defendía Roberto, pero el esférico salió fuera de los tres palos. Una nueva aparición del Chory, con un fuerte disparo que no vio puerta, volvió a dar impulso al Málaga.
La tensión se reflejó en una pequeña disputa entre Iago Aspas y Miguel Torres. Amarilla para ambos y al descanso el marcador seguía sin moverse, tampoco lo hizo el buen fútbol. Arrancó la segunda parte con el mismo dibujo y ritmo de los primeros 45 minutos.
El Málaga intentaba en largo conectar con En-Nesyri con poca fortuna, lo que hizo despertarse al Celta por medio de Aspas, que tuvo varios oportunidades ante Roberto.
El palo fue el que impidió a Sergi Gómez romper las tablas en Balaídos y le dio al Málaga la oportunidad de seguir luchando pero los golpes los asestaba el Celta que tampoco aprovechaba las ocasiones. Maxi Gómez regaló un pase de la muerte a Aspas en el segundo palo que el delantero volvía a fallar.
La respuesta del conjunto de Martiricos llegó en el 89 por medio de Maxime Lestienne, quien también se encontró con el póster tras lanzar un balón mordido desde la frontal que se marchó fuera. El partido acabó sin goles.
El técnico del Málaga, José González, insistió en que está “muy orgulloso” de sus jugadores pero “nos falta la guinda para conseguir la victoria”. “Hicimos mucho pero contento no me voy porque necesitamos ganar”, dijo.