Efectivos del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) de la Policía Local de Málaga se han visto obligados a utilizar la fuerza para acceder a una vivienda e inmovilizar a su morador, un hombre de 30 años de edad, que, al parecer, debido a que se encontraba bajo los efectos de las drogas, estaba autolesionándose brutalmente y rompiendo mobiliario y enseres en el interior.
Los hechos tuvieron lugar poco después de las 09:00 de la mañana del lunes 3 de septiembre en un piso sito en la cuarta planta de un bloque de calle Salitre, en el que, según llamada telefónica recibida en la Sala 092 de la Policía Local de Málaga, un individuo estaba arrojando mobiliario por la ventana de la vivienda al tiempo que gritaba que llamasen a la policía.
Una dotación compuesta por cuatro policías locales del GOA se personó con premura en el lugar, corroborando los hechos tras entrevistarse con varios vecinos y subiendo hasta la cuarta planta, comprobando desde la parte exterior del inmueble que un hombre gritaba frases incoherentes e ininteligibles en una mezcla de español e italiano.
A pesar de que los agentes llamaron insistentemente a la puerta, la persona no la abría, por lo que los policías locales decidieron desmontar la mirilla, tras lo que pudieron comprobar como el interior estaba todo revuelto y las paredes y el suelo manchadas con bastante sangre, por lo que contactaron con el jefe de servicio de la unidad GOA para solicitar el material necesario para forzar la puerta y acceder al inmueble para socorrer al hombre, cuya vida parecía estar en grave peligro.
Una vez forzada la puerta, los agentes del GOA accedieron al piso adoptando las correspondientes medidas de seguridad, localizando al varón ensangrentado y con múltiples cortes, portando unas tijeras en la mano y dando carreras totalmente fuera de sí.
Los policías locales procedieron a inmovilizarlo, engrilletándolo para evitar que siguiese autolesionándose o pudiese llegar a causar daño a alguno de los agentes que participaban en la intervención, presentando el mismo una gran resistencia a la acción policial.
Instantes después se personó en el lugar una dotación médica del Real Cuerpo de Bomberos que había sido previamente avisada a tal efecto, cuyos componentes procedieron a realizarle los primeros auxilios al herido, tras lo que se solicitó la presencia de una dotación del 061 que, una vez allí, procedió a inyectarle unos calmantes, ya que en el estado en el que se encontraba era imposible su traslado a un centro hospitalario.
Una vez más calmado, el varón fue trasladado finalmente por la ambulancia del 061 a un centro hospitalario, siendo acompañado hasta por tres agentes del GOA por indicación de la dotación médica, quedando finalmente ingresado en la Unidad de Psiquiatría del hospital.
La vivienda quedó bajo custodia de una pareja de policías locales hasta la llegada de la propietaria de la misma, que una vez allí confirmó a los agentes que el hombre era el inquilino de la vivienda desde enero de 2018, quedándose ella a cargo de la misma.
En la inspección llevada a cabo en el interior, los policías locales encontraron una gran cantidad de medicamentos y una bolsa de plástico con una sustancia, al parecer cocaína, que quedó intervenida y fue entregada en dependencias policiales, además de las tijeras con las que, presuntamente, el individuo se realizó cortes en ambos brazos.