Joaquín tiene 58 años y sufre el síndrome de Tourette. Un trastorno neuropsiquiátrico hereditario con inicio en la infancia. Necesita de una medicación para controlar la ansiedad e insomnio generalizados que sufre.
El 18 de octubre recibió una carta que le comunicaba que no iba a cobrar más la pensión no contributiva de 380 euros de la Seguridad Social, de la que fue beneficiario durante once años, y los medicamentos ya no iban a ser gratuitos.
Ante esta noticia, hoy lunes ha decidido comenzar una huelga de hambre, “estoy desesperado, es la única manera que veo yo para que te hagan un poco de caso”.
Joaquín vive con su hermana. Ella cobra una pensión, por los 40 años cotizados, mientras que los ingresos que él aportaba solo procedían de la paga que le han retirado. El motivo que le han dado los Servicios Sociales de la Junta de Andalucía es el aumento de ingresos que entran en casa, “unos 100 euros de más de lo que estipula el Gobierno”, según Joaquín.
“Hasta que me caiga muerto”, son las palabras del hombre que hoy cuenta su primer día en huelga de hambre y que, si no obtiene una solución a su situación, permanecerá hasta que tenga que ir a por él una ambulancia.
Joaquín lleva unos quince años desintoxicado, “después de lo que he luchado en la vida para dejar la sustancia que yo tomaba, que ahora me venga esto encima es enterrarme vivo”.
Cómplices de un asesinato
Joaquín cuenta con el apoyo de su hermana y con el del colectivo Renta Básica ¡Ya! de Málaga. El colectivo ha declarado que le ayudarán en todo lo que puedan, pero que no quieren ser “cómplices de un asesinato”.
La enfermedad de Joaquín impide que esté en condiciones favorables para enfrentarse a una huelga de hambre, por lo que desde ¡Basta Ya! “quieren que desista de esta idea”, logrando que la Junta le proporcione la gratuidad de los medicamentos.
Creen que con este paso podrían convencerlo de no continuar en huelga. Por ahora solo han conseguido que permanezca delante de la Delegación solo por las mañanas, ya que por la tarde está cerrada y no tiene sentido.
Este noviembre hace un año que el colectivo acude a las puertas del edificio de la junta para llevar a cabo “los lunes al sol”, el mismo tiempo que hace que la administración andaluza no se pone en contacto con ellos, después de 39 escritos. Por ello y con el empuje de las elecciones, van a continuar con “más fuerza por una justicia social”.