Para muchos son invisibles, pero constituyen una pieza insustituible del sistema público de salud. Son los encargados de garantizar el fluido eléctrico en un hospital; el suministro de gases medicinales, como el oxígeno, al centro; el funcionamiento de los sistemas de calefacción y aire acondicionado; o la purificación de agua para diálisis. El personal de mantenimiento del Servicio Andaluz de Salud (SAS) desempeña, por tanto, un trabajo silencioso del que dependen a su vez multitud de profesionales, sanitarios y no sanitarios, como anestesistas, facultativos, administrativos o enfermeros, cuya actividad esencial en conjunto posibilita el complejo funcionamiento de toda instalación sanitaria.
Así lo defiende CSIF Sanidad Málaga, que considera que desde la Administración sanitaria se están adoptando medidas que comprometen la continuidad de esta figura dentro del sistema público. “Vemos cómo se están dando cada vez más pasos para privatizar el servicio de mantenimiento en los hospitales y los centros de salud”, denuncia a este respecto Juan Pedro Ruiz, responsable provincial de Sanidad del sindicato, que explica que “actualmente hay unos 1.400 puestos estructurales, mientras que hace años llegaron a ser más de 2.000 trabajadores en toda Andalucía”.
La privatización de funciones y los recortes de plantilla por la amortización de plazas –entre jubilaciones y no sustituciones- han ido “acorralando” a estos profesionales, “que cada vez soportan condiciones laborales más precarias”, alerta Ruiz. Lo que originalmente fue personal especializado en mantenimiento, con funciones claramente definidas, como calefactores, electricistas, fontaneros y mecánicos, ha pasado a considerarse una única categoría laboral: el/la Técnico Especialista de Mantenimiento de Edificios e Instalaciones Industriales (TEMEII).
Con ello, se “desnaturaliza” al profesional, denuncia el responsable sindical, que señala que “ahora tiene que ser al mismo tiempo especialista en tareas muy diversas, como instalaciones eléctricas, reparación de elementos mecánicos o conducciones de agua”.
Para CSIF, esta imposición de multitareas al colectivo, que carece también de espacio en el ámbito formativo, repercute indudablemente en la calidad del servicio y en las garantías del mismo. También supone un importante recorte de personal. “Al SAS le salen redondas las cuentas, donde antes había cuatro profesionales -un calefactor, un electricista, un mecánico y un fontanero- ahora hay uno solo”, denuncia Ruiz, y añade que “es un tremendo error de la Administración pensar que se puede gestionar el servicio de mantenimiento del SAS como si fuera una empresa de multiservicios”.
Englobados en el grupo laboral C1, estos profesionales “garantizan el funcionamiento de instalaciones y edificios con una complejidad faraónica, como un centro hospitalario, con un desgaste titánico al funcionar ininterrumpidamente las 24horas, los siete días de la semana”, insiste elresponsable de Sanidad de CSIF Málaga.
Sin convocatorias públicas de empleo
El recorte incesante en las plantillas de mantenimiento ha ido menoscabando las condiciones laborales de estos trabajadores, que desde hace años sufren, además, una elevada tasa de temporalidad. Así, CSIF recuerda que esta categoría laboral no se ha incluido en una Oferta Pública de Empleo en Andalucía durante diez años seguidos –desde 2007 hasta 2017-, y ha permanecido casi veinte años con una bolsa de trabajo desactualizada. De esta forma se ha imposibilitado el acceso aesta categoría o servicio, al que actualmente sólo se puede ingresar de modo eventual, a través de la nada transparente bolsa reactivada en 2018.
la Administración sanitaria se ningunee así a un colectivo indispensable para el sistema público, llevándolo al borde de la extinción dentro del SAS”, manifiesta Ruiz, que lamenta que “en todos los centros de nueva creación son los primeros puestos en pensar en externalizar”.
Como muestra, todos los nuevos CHARE de la provincia carecen de este servicio de mantenimiento público, y en los centros hospitalarios, donde tradicionalmente tiene más presencia, conserva cada vez menos funciones. Entre las tareas que originalmente desempeñaban y que ya están prácticamente en manos de empresas externas se encuentran el control contraincendios, el control de legionela, la reparación y mantenimiento de mobiliario y cocinas, la electromedicina, la calefacción y las funciones de almacén y tubos neumáticos.
Ante esta realidad, CSIF reclama que se restituyan las áreas de especialización profesional originales para este colectivo dentro del SAS, actualizando la dotación de profesionales y adecuándola a las necesidades de los centros sanitarios. “Sin un buen mantenimiento, un hospital se paralizaría a la primera avería grave”, puntualiza el responsable sindical, que recuerda que “siempre la prioridad son los usuarios, muchos aquejados de graves enfermedades, que no podrían soportar además las consecuencias de un mal funcionamiento de las instalaciones o de la aparatología”.
Por ello, este sindicato reclama la convocatoria extraordinaria y urgente de estas categorías profesionales en las ofertas de empleo público, así como la agilización de los procesos selectivos actuales, abordando una adecuación retributiva y de sus condiciones laborales. Esta medida debe ser una prioridad para la Administración sanitaria, que, además, debe contemplar la suficiente dotación de plazas para restituir el servicio propio en todos los hospitales y centros de salud del sistema público. De forma paralela, es imprescindible abordar una actualización de las bolsas de empleo, así como dotarlas de una mayor transparencia.
La inclusión de esta categoría en las ofertas públicas de empleo “es el primer paso para frenar el proceso de privatización al que vienen haciendo frente estos trabajadores”, defiende el responsable del sector de Sanidad de CSIF Málaga, y recuerda que “los costes para la administración serían mucho más reducidos disponiendo de su propio personal de mantenimiento que externalizando los servicios”.
“En CSIF tenemos claro que estos profesionales son una pieza vital del engranaje del sistema público de salud, y así seguiremos reivindicándolo frente a una Administración que les ha ido relegando a un plano prácticamente invisible”, concluye Ruiz.