La alcaldesa de Marbella (Málaga), Ángeles Muñoz, ha descubierto este sábado un monolito para reconocer, a título póstumo, la contribución de Manuel Torres Rubio, sacerdote e impulsor de la parroquia Virgen Madre de Nueva Andalucía, al desarrollo y crecimiento de este distrito.
La regidora, acompañada por miembros de la Corporación municipal, familiares y amigos del homenajeado, ha destacado la figura del párroco, "una persona muy apreciada por la comunidad de Nueva Andalucía y que tanto ayudó y colaboró con los vecinos de este distrito tan importante".
"Fue un ciudadano ejemplar, un sacerdote que estuvo al lado de sus feligreses en las situaciones buenas, pero también en los momentos más complicados y un amigo para muchas personas que, a veces, solo necesitaban a alguien que les escuchara", ha subrayado la primera edil, quien ha recordado que "desde muy joven se vinculó a la vida parroquial" y ha valorado que "su legado allí por donde ha pasado ha sido inmenso".
Su trayectoria comenzó en el Puerto de la Torre y le llevó a otros pueblos de la provincia como Álora, Benaoján o Montejaque y a la capital malagueña.
En este punto, Muñoz ha destacado su paso por Nueva Andalucía. "Levantó el templo de la Virgen Madre desde sus cimientos con un estilo como él era: alegre, luminoso y andaluz; y lo hizo, sobre todo, para crear comunidad".
"Hablar de don Manuel es hablar de la parroquia, pero también del crecimiento y desarrollo de Nueva Andalucía; de su vinculación al turismo y al golf; de la cofradía, de la romería y el coro rociero y, sobre todo, de las personas por las que tanto hizo". "Si hay algún lugar en el que le gustaría ser recordado sería este: la plaza de la parroquia a la que le dedicó más de media vida", ha concluido.
