La presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, declaró este miércoles en Taipéi que Taiwán es un "modelo para la región" dado el "éxito de su pueblo y su valentía para convertirse en un país más democrático", recogieron medios taiwaneses.
La política alabó la transición a la democracia en Taiwán y su transformación en "un lugar más fuerte", lo cual es un "contraste" con lo que sucede en China, de lo que es ejemplo "lo ocurrido en Hong Kong con la política de 'un país, dos sistemas'".
En rueda de prensa posterior a su reunión con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, Pelosi consideró que Pekín "se ha interpuesto en el camino de la participación de Taiwán en varias reuniones", pero que no podrá evitar que otros legisladores estadounidenses visiten la isla.
Asimismo, la funcionaria expresó su esperanza de invitar a Tsai a hablar ante el Capitolio de Washington, pese a que la covid-19 ha obstaculizado recientemente la celebración de grandes sesiones en la cámara.
Pelosi declaró que Estados Unidos apoya el statu quo actual de Taiwán y transmitió el deseo de su país de que "nada le pase a Taiwán por la fuerza".
La funcionaria, de 82 años, elogió a Taiwán por la "construcción de un exitoso sector tecnológico", del que el Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC), el mayor fabricante de microchips del mundo, es uno de los mayores exponentes.
La estadounidense dijo que la posible aprobación en su país de una legislación que prevé subsidios a la fabricación de microchips "estimularía los intercambios económicos entre EE.UU. y Taiwán".
"Sé que algunas empresas significativas ya planean invertir en la fabricación de microchips en Estados Unidos", aseveró la veterana funcionaria, quien se espera que abandone la isla hoy y reanude su gira por Asia con paradas en Corea del Sur y Japón tras las realizadas desde el lunes en Singapur y Malasia.
Pelosi, tercera autoridad de EE.UU. y segunda en la línea de sucesión a la Casa Blanca, visitó esta mañana el Parlamento taiwanés y posteriormente se reunió con la presidenta de la isla, Tsai Ing-wen, quien le impuso una condecoración por su "apoyo" al territorio.
Se trata de la primera visita de un presidente de la Cámara de Representante de EE. UU. a Taiwán desde 1997, cuando el republicano Newt Gingrich viajó a la isla.
Este martes, la Cancillería china aseguró que es "difícil imaginar una acción más temeraria y provocadora" por parte de Estados Unidos que esta visita, contra la cual ya ha respondido con sanciones económicas a Taiwán y con un despliegue militar en el Estrecho de Taiwán.
Taiwán, con quien EE.UU. no mantiene relaciones oficiales, es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y EE.UU., debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de la isla y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con el gigante asiático.
China insiste en "reunificar" la República Popular con la isla, que se gobierna de manera autónoma desde que los nacionalistas del Kuomintang (KMT) se replegaran allí en 1949 tras perder la guerra civil contra los comunistas y continuaran con el régimen de la República de China, que culminó con la transición a la democracia en la década de 1990.
Pero desde entonces han tomado fuerza las voces que reclaman declarar la independencia de Taiwán como Estado soberano.